Deseaba poder volver el tiempo atrás y corregir sus errores.
Porque fueron muchos.
También le deseaba lo mejor para su vida, y si eso no la incluía a ella, lo aceptaría sin más.
Quería con tantas ganas poder verlo una vez más. Sentirlo, hablarle, preguntarle cómo se encontraba y, si quería, contarle todo lo que había avanzado gracias a él. Todo lo que había retrocedido, también.
Tenía tantas cosas para preguntarle.
¿Qué sucedió? ¿Fue algo que hizo? ¿Por qué no se despidió?
¿Acaso no la había amado en lo más mínimo? Porque de ser así, ¿cómo es que nunca volvió a buscarla?
Por mucho tiempo estuvo bien. Aceptó que se haya marchado de su vida y siguió con la suya. De vez en cuando, todo volvía de golpe a su mente y recordaba cada momento, cada detalle, cada risa y cada lágrima. Ahí volvía el dolor de no tenerlo más con ella.
Esperaba volver a encontrarlo.
En esa vida u en otra.
Por que lo suyo, cualquiera que los hubiera visto, diría que fue cosa del destino. Algo digno de un felices para siempre, y así no podía terminar.
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Divagaciones de una mente abrumada
Short StoryNo compartía sus pensamientos con nadie. Los retenía para si misma lo más que pudiese, y cuando explotaban, lo hacían sobre una hoja.