Definía su vida como una montaña rusa que solo iba cuesta abajo.
Oia constantemente "mantente con vida" y lo aceptaba. Pero llegó un momento en que se detuvo y comenzo a juzgar la mantra.
"Manternerse con vida"...¿Para qué?
¿Con que finalidad debia mantenerse con vida cuando lo único que podría salvarla sería no estar viva?
¿Por qué siquiera querría estar viva con todo el sufrimiento que eso significaba?
Sencillamente debería ponerle fin a todo.
No valía la pena mantenerse con vida si no era feliz. Se suponía que de eso se trataba la vida. De ser feliz. No de mantenerse con vida.
Razones para irse tenía. Y para quedarse también. Lo difícil era decidir.
Se encontró a si misma en una bifurcación donde se encontraban el futuro como destino. Pero dos futuros completamente diferentes.
Decidió elegír el camino que dejaba las cosas como estaban. Vivas, latiendo. Como debería ser.
Por que quizas al final del camino que eligió se encontraba la felicidad.
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Divagaciones de una mente abrumada
ContoNo compartía sus pensamientos con nadie. Los retenía para si misma lo más que pudiese, y cuando explotaban, lo hacían sobre una hoja.