Tamara Johnson es hija de nada más y nada menos que Thanatos, la mano derecha de Hades, gracias a eso pasa mucho tiempo en el palacio de este, pero su vida cambia cuando el hijo de Hades, Nico di Angelo llega al inframundo, sentimientos serán descub...
Una vez más me encontraba en el palacio de Hades, con mi padre y el mismo Hades, según ellos, y también por lo poco que recupere de la charla que me estaban dando, que el hijo del mejor amigo de mi padre llegaría hoy al Inframundo, y quería que lo conociera, para que ambos tengamos un poco de compañía cuando Persephone esta en la superficie y ellos dos van a seguir haciendo semidioses.
Me habían prácticamente obligado a vestirme con un vestido negro corto, al estilo griego...
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Con unos zapatos de tacón igual negros...
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Y una trenza italiana...
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Porque según él era italiano, pero no había mucha diferencia, ya que yo también lo era, sé que éramos de épocas diferentes, pero nos vemos de la misma edad, él de 18 y yo de 17, él era solo un poco más alto que yo, pero solo un poco.
Bueno, me mandaron a llamar y decirme que Nico ya había llegado y mi padre y su padre se encontraban el la sala, para luego pasar al comedor.
Con los nervios a flor de piel, y se dirán, ¿por qué los nervios?, bueno, el punto es que no he convivido con muchas personas viva, así que...
Salí y ahí se encontraba él, di gracias a los dioses que se encontraba mirándome con la boca abierta, por lo que no se dio cuenta de que yo lo veía a él de la misma manera.
-Soy Nico...Nico di Angelo.- dijo extendiéndome la mano, yo la apreté gustosa, más una corriente eléctrica paso atreves de ella, y no soy una hija de Zeus para decir que fueron mis poderes
-Tamara...Tamara Johnson.- dije yo luchando contra un sonrojo.
Los dos dioses presentes solo nos veían divertidos, ya me las pagarían, no por la mirada, pero por que quieren que sea amiga de Nico... que no es nada feo, ¡dioses! es que con él no puedes ser nada más una amiga.
Y es que lo veía y no me lo creía, Nico di Angelo, caracterizado por su frialdad me guio al comedor de la mano.
Si no estuviera ya en el infierno, juro que me iría a él por las cosas o imágenes que pasaron en mi cabeza, cosas que harían infartar a una monja, y hacer ver a una prostituta una virgen santa.
Pero eso no se quedaría ahí, estaba dispuesta a ganarme el amor de Nico, a cualquier costo.
Por favor voten o comenten para seguir subiendo, prácticamente me iba a acostar a dormir y esta idea surgió y no pude evitar escribirla, díganme como esta.
Y por si no se dieron cuenta, tendrá contenido adulto, pero aviaré en los capítulos para que se los salten si gustan.
