Cerca al camino había un arbol que creció torcido. Una noche, cerca de él pasó corriendo un ladronzuelo. Desde atrás observó una silueta desconocida, y con temor pensó que en el camino había policias, y por eso huyò con espanto.
Una tarde cerca del árbol pasó un joven enamorado. Desde lejos, vió una silueta femenina y pensó que su amada lo esperaba con impaciencia. Se alegró y aligeró el paso hacia su encuentro.
Un día cerca del árbol pasaba una madre con su pequeño hijo. El niño, asustado por cuentos que había oido, pensó que al lado del camino se encontraba un espanto que lo observaba, y comenzó a llorar con vehemencia.
Pero el árbol siempre fue sólo un árbol.
El mundo que nos rodea es sólo un reflejo de nosotros mismos.
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Parábolas: Pequeñas historias, grandes moralejas.
RandomDiferentes historias, distintos finales, pero con la misma enseñanza: Bueno, la verdad no sé de cual sea la enseñanza, pero léanlo, es cool.