Asesino

47 5 1
                                    




La música resonaba tan fuerte en el bar, que a Jungkook le timbraban los oídos. Odiaba hacer trabajo de campo, y realmente no entendía porque demonios era tan importante.

La primera pista de que era una tarea muy sencilla y estúpida, era la ubicación que le había proporcionado. Gangbuk era conocido por no ser precisamente un estado con una infraestructura muy diversa. Pero lo que más le molestaba era el bar de mala muerte donde lo habían enviado. El barman solo proporcionaba Soju, y Jungkook desde los catorce años no tomaba Soju.

Rodó los ojos y miró el fino reloj que poseía en la muñeca.

Eran las dos de la madrugada y el bastardo que tenía que eliminar no aparecía. Harto de pretender tomar el Soju, saco su celular de su bolsillo, o al menos el celular que utilizaría esa noche. Justo cuando lo tuvo en sus manos, una llamada entrante lo alertó. No tenía ni siquiera que ver la pantalla para comprobar quien era.

—Te lo advertí idiota, Joonie no es persona que se deba hacer enojar...

Sabía que lo estaban vigilando, por eso volvió a rodar los ojos y subió sus pies en la mesa donde se encontraba. Cabrear a Jin solo le traería más problemas, pero en esos momentos le vendría importando una mierda.

—Siempre cumplo lo que me pide, pero Hyung, esto es completamente estúpido...

Lo escucho suspirar desde la otra línea, y Jungkook pudo jurar que Jin imaginaba su muerte dolorosa a manos de Jimin.

—Si no hubieras escapado como un maldito ladrón de la familia, nada de esto estuviera pasando Jeon.

Bueno, si consideraba que no la había cagado hasta ahora, estaba muy equivocado. Jin jamás lo llamaba por su apellido, nunca lo hacía. Pero para la poca moral y temor que le tenía a su Hyung, Jungkook se reía por el auricular.

—   ¿Familia? ¿Ser propiedad de alguien lo consideras una familia? Déjame decirte que si me contestas un sí, Jin estas jodidamente enfermo

Pudo escuchar como su hyung maldecía a otra persona, aunque claramente entendía que el mensaje también iba para él. Jin odiaba las "etapas de adolescente estúpidas" como les llamaba a las alianzas y dinero independiente de Jungkook. Si, era el más joven en entrar al clan. Pero no por eso era estúpido.

—Cállate muchacho, luego te quejas de por qué te ponen niñera

Bufo al escuchar eso. Y si, era cierto. El estúpido de su jefe, Namjoon, le había colocado a su mano derecha debido a que creía que Jungkook solo debía operar con ellos. Y para cerciorarse de ello, Jimin había seguido a Jungkook los últimos 6 meses desde que el líder de Bangtan se enteró de su alianza con los Raven.

—Dile a Jimin que si deja de mirar el trasero de la puta mesera y que me traiga algo del alcohol al que mi boca merece, no tomo esta cosa desde los trece años

Kookie miró con desdén el vaso pequeño donde se encontraba el soju. Escucho al mayor reírse en el teléfono y juro que cuando lo viera, le haría el truquito con la rosa por el cual era tan conocido.

—Cumple las órdenes de Namjoon...únete definitivamente a nosotros y podrás tomar todos los Cocteles de Winston que quieras

La llamada se cortó y con eso su mal humor despegó por los cielos.

¿Por qué no llegaba ese infeliz?

Otra vibración en sus pantalones le dio una breve respuesta. Llevaba un artefacto que se encontraba conectado al sensor de movimiento que el mugroso bar apenas poseía. Una campanilla se escuchó y Jungkook no sabía si reír o llorar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 01, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Bangtan ClanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora