Capítulo 3: ¿Porqué en esta casa?

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Pov Derek:

Soy estúpido, idiota, imbécil... no me puedo creer que ver a Stiles de nuevo me provoque esto, se supone que ya lo había superado, había superado a mi gran amor... Iba de camino a la casa que me habían asignado mientras pensaba en Stiles, la verdad es que no tenía un buen humor así que para no hablar con nadie me puse mi música y me puse a pensar en mi vida antes de ser un cazador... por esos tiempos yo era feliz.

Seguí caminando unos 15 minutos más hasta dar con la casa por la que viviría un par de meses... pero eso no era una casa, era una puñetera mansión. Abrí mi boca sorprendido y me quede en estado de shock mirando la mansión.

De repente, un sonido ensordecedor me despertó del trance y me puse alerta, pero me despreocupe al ver que eran las puertas de la entrada las que se abrían. Camine hasta la entrada de la mansión por un camino que empezaba al entrar al jardín delantero y acababa en la fachada de la casa. En la puerta de entrada me esperaba una mujer sonriente, camine hacia ella y me quede mirándola de frente.

- Buenas tardes Derek.- Su voz era tan angelical que por un segundo me recordó a mi madre, pero trate de no pensar mucho en eso y seguí prestando atención.- Me llamo Claudia y para mi es un placer darte la bienvenida a esta familia.

- El gusto es mío.

- Por favor Derek no hace falta ser tan cortes, ven con... .- Su teléfono empezó a sonar, lo sacó de su bolso y Claudia al ver quien le llamaba palideció.- Derek ve entrando por favor, necesito hablar con esta persona, es urgente.-

- No se preocupe.

Con un asentimiento de cabeza me lo agradeció y cogió el teléfono mientras se alejaba andando por el camino por el que antes había ido yo, suspire mientras subía los escalones de la entrada, en la puerta había una mujer ya un poco mayor con una sonrisa mirándome, en ese momento me puse nervioso. Aquí había demasiadas mujeres, puertas y escalones para la entrada de una mansión

- Usted debe ser el señorito Hale, ¿verdad?.- Asentí con la cabeza, pues me había quedado, y no ser porque, sin palabras.- Cuanto has crecido Derek, pero yo te sigo viendo como el niño que todos los días jugaba con el hijo de Claudia.- Enarqué una ceja sorprendido, ¿esta señora me conocía?.- Acompáñame Derek, hay alguien que te quiere volver a ver.

La señora me sonrió mientras abría la puerta de la casa y entraba adentro, dude por unos instantes pero al final la seguí. La casa por dentro era una preciosidad, tanto que volví a abrir mi boca asombrado, este tipo de mansiones me encantaban y no me podía creer todavía que fuese a vivir aquí.

- Cuando eras pequeño y viniste por primera vez pusiste la misma cara, te encantó la casa y me dijiste que era por los ventanales, las paredes y los muebles blancos y negros.- La señora rio por un momento y luego se paró al lado de una puerta.- Y sobre todo me dijiste que te encantó por... él.- abrió la puerta y al verlo ahí jugando con una niña de unos ocho años hizo que hasta mis piernas temblaran.- No lo olvidaste mi niño, preséntate anda, a la niña no la conoces.- La mujer se fue alejando por el pasillo dejándome solo.

Que hago, que hago, que hago, de todas las casas que había en Beacon Hills y me tenía que tocar la suya, pronto se darían cuenta de mi presencia y me verían como un idiota, pero el miedo había hecho que me paralizase por completo, hasta que la niña inevitablemente me vio y corrió hacia su hermano.

- Hermanito-. El chico la cargo en brazos.- Hay un nene en la puerta.-

El chico se dio la vuelta abrazando a su hermana y mirando al intruso que había asustado a su hermana muy mal, cuando se dio cuenta de quién era su cara cambió totalmente a una de sorpresa.

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