Ese día la vi en la tarde,
Quería contarle infinidad de situaciones
en las que,
siempre por alguna razón y en mis sueños, terminábamos mas cerca que antes.
Y a mi me alegraba, sentir nuestras manos a punto de rozarse,
era un día perfecto,
y la noche lograba querer estar cada vez más en el perfume de su cabello.
Pasaron los días y en sueños la sentía mas cerca que nunca.
Entonces me acerqué, y mis rizos bailaban con el viento,
di un paso y seguido de ese otros tres.
Se dio la vuelta hacia mi y en sus manos llevaba colgando banderas triangulares de distintos colores pastel. Y se fue volando.
Di unos pasos precipitados hacia ella,
Levanté la mano y la vi alejarse y, la verdad...
Siempre admiré su capacidad para hacer de las cosas simples, alas para irse volando.
