Depresión

Libre

Ya era libre de esa enfermedad,  ya satanás ni me podía manejar,  Jesús me había liberado, ya no importaba nada solo estar con Jesús.

No podría decir que después de eso todo cambio y fui feliz por siempre, porque no fue así,  creo que hasta todo se puso un poco más difícil, pero sabía que Dios estaba ahí diciéndome "todo estará bien, aquí estoy". 

Isaías 41:10 dice:
No temas porque yo estoy contigo;no desmayes,  porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré,  siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Fue un versículo que me ayudo a entender que Dios estaba conmigo Siempre,  y también me ayudo a salir de esa enfermedad de satanás. 

Poco a poco se fueron aclarando las cosas, quizás todo unos años pero Dios siempre estuvo ahí,  en las buenas y en las malas.  Tal vez mi relación con mi mamá no mejoró mucho pero cuando yo la necisitaba allí estaba, todo estaba mejor. 

Hasta un día,  ese día que recordé todo lo que dijo mi abuela,  mi propia familia de nosotras.  El odio hacia ella creció y yo solo pensaba en las cosas que había dicho,  eso habría mi herida.  Pero lo peor es que ese odio me separaba de la paz de solo Dios me daba,  me separaba de Dios.