Un Antes Y Un Después.

Siempre Juntos

Habían pasado 5 meses desde que nos habían comunicado la enfermedad de Jimin. Había sido un mal trago, pero juntos lo estábamos superando. Parecía que él mejoraba, su corazón funcionaba mejor. Y no tenía los antes frecuentes parones. Pero como todo, tenía sus defectos. A pesar de estar bastante bien, Jimin ya no podía hacer ejercicio como antes, y debido a eso no quería comer por miedo a quedarse gordo. Tampoco podía cantar, porque cansaba mucho a sus pulmones y le producía constantes desmayos. Tampoco podía bailar, claro está. No podía llevar peso, ni hacer fuerza, aunque sólo fuera abriendo una lata. Pero estaba vivo, y eso era lo que importaba. Estaba conmigo, y mientras estuviéramos juntos nada importaría.

Pero a medida que lo bueno parecía avecinarse, la vida nos engañaba. Y empezamos a darnos cuenta que era cuestión de tiempo que el corazón de Jimin se apagara. Que la existencia de mi querido ChimChim, llegara a su fin. El día 1 de Abril tras una de sus tantas visitas semanales al hospital, el médico nos informó de la peor noticia que puede escuchar a mi temprana edad. Jimin necesitaba un trasplante de corazón o él... Moriría.
Necesitábamos cuanto antes encontrar un donante para que pudiera realizarse la operación. Pero...¿De donde íbamos a sacar en tan poco tiempo a una persona que nos entregara su órgano más importante del cuerpo?

Han pasado dos semanas desde la noticia, y he tenido suficientes noches como para pensar en lo que hacer respecto a la idea que le di como última opción a Jimin. Al principio se opuso rotundamente a que yo lo hiciera. Lloró y me suplicó que había otras maneras. E incluso dijo la mayor mentira de su vida, que reconozco que dolió, dolió muchísimo, pero lo superé al mentalizarme que él solo lo dijo para que me lo creyera y así que no hiciera mi propósito.

-Joder Yoongi ¡eres un maldito imbécil! No dejaré que tú hagas esto, no no y no. No me importa morir no me importa irme de este mundo de mierda en el que solo hay problemas. Pero tú te quedas.
-¿Acaso no lo entiendes pequeño? Seguiremos estando juntos, solo que...
-¡Cállate! ¡No lo vuelvas a decir! Yo...yo...¡No te quiero Yoongi! No lo he hecho nunca, así que....vete de aquí dejame en paz. Mi muerte no significará nada para ti. Porque si fuera al revés, yo...yo...si hubiera sido al revés haría mucho tiempo que yo ya no estaría contigo. Así que ¿porque no te vas?
-Eres un imbécil Park Jimin. Me da igual lo que me digas, me da igual el daño que intentes hacerme con palabras. ¿Te acuerdas lo que te dije el día que te pedí salir? Eso de "Por ti daría mi vida". Si tengo que ser sincero, nunca pensé que se me presentaría este momento. Pero, yo nunca descumplo las promesas.
-Yoongi...abrazame.
-No llores más pequeño.- Y las lágrimas abandonaron su lugar para emprender un viaje a lo largo de mis mejillas.

Ya está decidido, mi cerebro acaba de hacer sentencia sobre mis actos, y esta semana podrá completarse la operación, porque ya tienen un donante. Quizás se me haya ido la puta cabeza, pero él... Es mi vida. Y como ya le dije, por él daría la mía.
Joder, ¿Por qué de repente pasan tan lento los putos minutos?

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Seguíamos sentados en esas duras camillas, esperando a que un médico o enfermera entrara y nos pidiera que le dijéramos la decisión que habíamos tomado.
-Jimin...déjame ayudarte.
-Pero Yoongi...entonces tu también vas a perder...
-¿Cuantas veces me vas a hacer repetir que por ti daría mi vida entera si hiciera falta?
-Yoongi...yo no quiero perderte.
-Estaremos juntos siempre ¿vale? Solo tendrás que pensar mi nombre y me sentirás más dentro de ti de lo que nunca hubieras imaginado.

En esos momentos en que terminaba de mentalizarme que iba a cumplir la frase que tantas veces la había repetido a Jimin, entró el médico al que entregaría mi destino.
-¿Y bien...?
-Lo haré, estoy completamente de acuerdo.
-Bien, acompáñeme al quirófano.
-Está bien. - Agarré la mano de Jimin y la besé.
-Yoongi...Te quiero.
-No llores. En seguida nos sentimos pequeño.

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La operación ha salido bien ¿verdad? ¿Puedes sentirme bebé?

-Au...doctor...me duele mucho, siento pinchazos.
-Tranquilo, con el tiempo pasará.

No sabes cuan equivocado estás doctor, quizás con el tiempo le dejen de doler, porque pienso encontrar la manera de que me sienta, de que sepa que quiero comunicarme con él de alguna manera u otra. No puedo explicar donde estoy, es como si viera con sus ojos, pero a la vez como si pudiera verlo desde la esquina de la habitación en la que está. A lo mejor si que es cierto eso de que el cuerpo y el alma van por lugares distintos.

-¿Por qué lo has hecho Yoongi?

¡Eh! ¿Pero qué haces? No llores bebé, joder, estoy aquí, ¿Por qué no me sientes? estoy contigo, ahora podremos cumplir eso de siempre juntos. Porque yo de aquí ya no me voy. Por favor guarda esas lágrimas. Te quiero, te quiero tanto.

-No se como hago esto, pero siento que lloro internamente.
-A lo mejor es porque la personita de ahí dentro está triste. Quizás si tú te alegras, él pueda hacerlo también.
-Gracias Tae.
-Eso es, sonríe. ¿Lo notas?
-Yoongi.

Dime.

-Yoongi por favor se que estás ahí, tengo tu corazón, no puede ser que solo sea un órgano del cuerpo, sin sentimientos y sin nada, no puede ser. ¿Estás ahí verdad?

Lo estoy.

-¡Tae! ¡Lo siento! Tae, él está aquí, me ha contestado. ¡Joder Yoongi!

¿Lo notas! ¡Eso es genial!

-Esa, esa es la sonrisa que Yoongi necesitaba, Jimin.

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NARRA JIMIN.

-Hola Yoongi...- Dije poniendo la mano en mi pecho. - ¿Te encuentras bien ahí adentro? O...¿Quizás piensas que todo fue un simple error?
Sentí un fuerte pinchazo y entendí que en ningún momento se había arrepentido.
Yo nunca lo olvidaría...¿Como olvidarlo? De todas maneras por si alguna vez se me pasaba, él se encargaría de recordarme que ahora él formaba parte de mi mundo, de mi cuerpo, de mi corazón. Bueno...él era mi corazón.
Porque él me lo había dado.
Gracias por ese trasplante Yoongi.

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De nada pequeño.