Rihon, capital del reino Lirok, esta ciudad es conocida por los humanos como Portland.
Era un día nubloso, Steve estaba sentado delante del escritorio de su habitación estudiando, o por lo menos eso intentaba, para el examen de física que tenía al día siguiente, y para que nos vamos a engañar, al chico no se le daba nada bien esta asignatura, pero por lo menos él no se quedaba con el remordimiento de no haberse esforzado. Steve era un chico bastante inteligente, aunque en algunos momentos no lo pareciese, tenía alrededor de 18 años, era alto y tenía el pelo castaño oscuro; era un chico amable y gracioso pero un poco introvertido y con mucha vergüenza, pero una vez que tomaba algo de confianza se soltaba estupendamente.
Alguien tocó la puerta y en el mismo instante abrió la puerta, era su madre, Elizabeth, era una mujer simpática, de no más de 45 años, Steve había salido claramente a su madre, tenía los mismos ojos la misma sonrisa, el mismo color de pelo, eran idénticos. La madre le dijo que una chica, llamada Sophie estaba abajo preguntando por él, extrañado no respondió a su madre y bajo directamente a ver quién era la chica. Al llegar a la puerta Steve no supo cómo reaccionar ante la chica ya que era la primera vez que la veía, él pregunto que quien era y como sabía su nombre y dirección, la chica haciendo caso omiso a las palabras del chico le respondió que no tenía tiempo de explicarle lo que pasaba, solo que la dejase entrar. Los dos subieron a su habitación fingiendo que eran amigos.
Antes de que Steve abriese la boca la chica ya había empezado a explicarse. Le dijo que sabía lo que era, sabía que era un súcubo y que necesitaba de sus habilidades para evitar la guerra que se acercaba entre los dos reinos. Steve no sabía qué hacer, estaba perplejo a su cerebro no le daba tiempo a procesar tanta información, lo que más le llamo la atención de todo fue lo que mencionó la chica de una guerra entre reinos, que podía hacer ahora echarla de su casa por loca o escucharla para ver si lo que decía tenía sentido del todo. A ver, si era verdad que los dos reinos llevan enfrentados entre ellos mucho tiempo y ahora estaban aumentando las penas y los castigos por contactar con súcubos del reino contrario o solamente pisar su territorio. Decidió escucharla hasta el final y la chica le contó que alguien de Drion fue contratado para entrar en territorio Lirok para asesinar al comandante y dejar pruebas falsas para que pensasen que había sido la mano derecha del comandante, pero todos sabíamos que se acabaría desvelando la verdad y una guerra estallaría entre nosotros, la cual acabaría con miles de súcubos.
Steve se lo creyó en parte porque el reino Drion siempre había estado lleno de mercenarios, asesinos a sueldo y todo ese tipo de personas que harían lo que fuesen por desatar una catástrofe. Steve le dijo a Sophie que, la ayudaría con lo que fuese, pero que ahora mismo no podía, debido a que al día siguiente tenía un examen muy importante que debía prepararse. Así que acompaño a Sophie a la puerta y volvió a su cuarto, la visita de la chica le quito 3 horas sin darse cuenta y pasaron de ser las 4 a las 7 de la tarde, lo que significaba que se acercaba la hora de la cena y no se había estudiado ni la mitad del tema.
Steve llevaba algunos días con un mal estar general por culpa del "hambre", esa era la forma a la que se referían cunado su cuerpo pedía alimentarse de fuerza vital de un humano. Aun recordaba la cara de su última víctima, era una chica joven de apenas 23 años a la que había seducido en un bar una noche y a la que había llevado a un callejón con pocos transeúntes para absorberle la fuerza vital. El tener que acabar con una vida humana era lo peor para Steve aquello le perseguía hasta que acaba con otra vida la cual pasaba a perseguirle ahora. Steve esperaba poder aguantar medio mes más antes de repetir aquel terrible acto
Después de estudiar mas o menos 1 hora Steve cenó, siguió estudiando hasta tarde y decidió irse a dormir para no tener mucho sueño al día siguiente.
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Stionake
FantasySteve era un chico normalito, bueno todo lo normalito que podía ser un incubo de 18 años, hasta que Sophie entro en su vida poniendosela patas arriba