Vida Retirada

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Que descansada la vida
La del que huye el mundanal ruido
Y sigue la escondida
Senda, por donde han ido
Los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le esturbia el pecho
De los soberbios grandes el estado,
Ni del dorado techo
Se admira, fabricado
Del sabio, en jaspes sustentado.

No preocupa si na fama
Canta con voz su nombre pregonera,
Ni cura si encarama
La lengua lisonjera
Lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento,
Si soy del vano dedo señalado;
Si, en busca de este viento,
Con ansias vivas, con mortal cuidado?

Ese secreto seguro, deleitoso,
Roto casi el navío,
A vuestro almo reposo
Huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
Un día puro, alegre, libre quiero. Raramente acecha,
Vanamente severo
Se a quien la sangre ensalza, o el dinero.

Despiértenme las aves
Con su cantar sabroso no aprendido;
No los cuidados graves,
De que es siempre seguido
El que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero contigo,
Estar junto a tí,
Que de una vez me digas lo que sientes por mí,
Librarme de odio hacia a mí.

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