A nuestra anatomía defectuosa

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Romper un corazón es tan fácil,

tan fácil,

Que nos hace preguntarnos cómo toda nuestra existencia

Depende de un órgano tan débil,

tan frágil.

Nos hace preguntarnos por qué, entonces,

Dependemos de un órgano

tan dependiente de otro.

Un órgano que solo no vive,

y acompañado tampoco.

Un órgano que, por una simple persona puede latir desbocado.

Un órgano que por esa persona grita desesperado,

Y que sin más, se detiene, cuando no estás a mi lado.

¿Por qué entonces, giran nuestros días

en torno a un trozo de carne repleto de plusvalías?

Aunque siendo honestos, y allí yace la cuestión

Tan simple, tan sencillo

es achacar toda emoción

A nuestro pobre, desdichado,

y sobrevalorado corazón.

Mas no me ahondaré en excusas,

Que lo podrían agraviar,

Lo que yo en este poema

He venido a confesar

Es que poetas de todo el mundo

Comenzarán a declamar

Sobre un corazón robado

Defectuoso

Presionado

Que se pierde en tu mirar.

Desvaríos de una joven soñadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora