Prólogo

207 27 7
                                    

Se encontraba Bermuda descansando en su oficina, sin embargo no había pasado ni cinco segundos de que recostara en el sillón cuando escucho cosas caer al suelo, ladridos, rugidos, maullidos, chillidos, gritos y mas cosas desastrosas, estaba cansado de eso.

Pero no podía deshacerse de aquellos animales, seria cruel dejarlos solos y desamparados después que les prometió cuidarlos.

Sin embargo una brillante y loca idea cruzo por su cabeza cuando vio como la puerta de su oficina se venia a bajo y todos incluyendo a los vindice detuvieron lo que hacian.

-En primera repararan la puerta!- dijo en tono molesto

-Y en segunda, como estaré muy ocupado durante tiempo indefinido, e conseguido unos cuidadores para ustedes queridos animales-

Los animales se vieron entre sí y asintieron para ellos Bermuda era su salvador, el único que los vio por lo que eran y no por lo que eran, así que confiaban en sus decisiones.

-Ellos son viejos amigos, y los cuidaran bien y no los juzgaran lo prometo- dijo mientras se levantaba y abría un portal hacia la casa del décimo Vongola claro con tantos animales no solo el Vongola se haría cargo de ellos también su familia y amigos.

Mientras en la casa del castaño repentinamente apareció Varia, Millfiore, Shimon, Cavallone y los Arcobalenos, a demás de Hibari quien estaba cabreado por estar cerca de una multitud y claro por el hecho que por alguna extraña razón nadie podía salir de la casa del castaño.

Pero claro nada sucedió después de la hermosa amenaza de nuestro querido Arcobaleno Reborn.

De repente vieron un portal abrirse y Tsuna como el hombre valiente que es chillo como niña.

-Aun me pregunto como un cobarde puede ser el hermano del décimo vongola- dijo Bermuda saliendo del portal seguido de muchos animales.

-Que se te ofrece Bermuda?- le pregunto cortés Giotto el actual décimo vongola

-Simple por algunas cuestiones no podre cuidar de mis "mascotas" y ustedes lo harán por mi,  será por tiempo indefinido y dejen que ellas escojan a su dueño, les digo algunas tienen una personalidad única-

-Hm- dijeron los Hibari

-Nufufu y nos negamos?- pregunto Daemon

-Todos irán a Vindicare- dijo serio

-Bueno cuidar a esas criaturas no suena mal- Dijo Lussuria acercandose a un pequeño panda rojo y cargándola eso solo conllevó a algo.

Que el pequeño animal mordiera y arañara a Lussuria, dejando a todos asustados.

-Les dije algunos son especiales, por lo tanto dejen que ellos escojan a su dueño-

Todos aun con miedo de los animales asintieron y Bermuda satisfecho se fue por donde llego.

Instinto SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora