Capitulo 4: Mi segunda misa del día

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Al terminar la primer misa volvimos a subir al auto del sacerdote y nos dirigimos a otra capilla, un poco más grande pero a lo largo, y en el camino noté que Laura, la hermana de la chica, la golpeó en el hombro y dijo una expresión muy conocida "bochito amarillo", lo cual me molestó ya que no quería que le pasara nada malo. Pero reaccioné y pensé "bueno, no debería molestarme, ella no es nada mío" ni creí que lo fuera a ser.

Llegando a la segunda capilla me quedé solo con esa chica porque el sacerdote oficiaría misa mi primo tocaría en el coro junto con Laura. Pero ella no bajaba en esta capilla así que yo tampoco, y así empezó nuestro primero encuentro a solas, el lugar era un terreno cerca de los 500 metros cuadrados que tenía pocas casas al rededor, unas 20, y lo demás eran milpas además de el camino de terrasería por donde conducía el sacerdote,
- ¿Y por qué no bajaste?.- Le dije
- No me gusta este lugar, espetó
- Ah, ok.

No pregunté el porque, la verdad no quería parecer descortés, a veces las personas hablan solas sobre las cosas que les disgustan pero cómo ella no lo hizo pues creí que era mejor no preguntar.

- Y tú, ¿Por qué no bajaste?.- Me dijo casi de inmediato
- Pues la verdad sólo voy a una misa por domingo, cómo la gente normal, ¿o tú no?.- Le dije muy seguro
- Bueno, yo también voy a misa pero aún faltan otras 3 misas, así que ya me acostumbré. Me respondió

En ése momento cuando me dijo que faltaban 3 misas casi me voy de espalda ya que yo con trabajos iba a una misa por domingo. Bueno, total, no tenía de otra ya que me la tenía que pasar con mis primos en ese fin de semana. Aunque existía la buena noticia de que estaría junto a esa chica con el pretexto de ver a mis primos, ¡Que emoción!.

De pronto, por el camino de terrasería, apareció un bocho y yo no perdí la oportunidad de tocar su brazo, aunque con un golpe.
- ¡Bochito amarillo!.- Le dije en el momento que la golpeaba en el brazo, aunque no con fuerza ya que no le quería hacer daño.
- ¡Auch!, oye, ¿Que te pasa?-. Me exclamó sorprendida, pero claro era obvio ya que nunca la había visto en mi vida y así me atrevo a golpearla. Que vergüenza
-Bueno, es que había un bochito. Dije queriendo justificarme vanamente.
- ¡Ahorita vas a ver!-
Cuando dijo eso me sentí más calmado ya que no fue grave lo que hice
Y pues me golpeó, aunque con fuerza de niña. Así comenzó un encuentro de dos almas que se precipitaban al futuro de manera simultanea, y muy velozmente creando oportunidades para poder estar juntos. Aunque eso aún se podía ver a lo lejos. Si es que esa oportunidad avanzaba.

La neta no es cariño. Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora