Cuentos Breves

Ellos

Jamás los ibas a ver de acuerdo en nada, siempre podían estar peleando, eran dos personas diferentes.
Ella, con su pelo rubio llegando al límite de blanco, siempre bien peinado, sus ojos azules como el agua del mar, sus labios perfectos y su sonrisa. También resaltaba su metro setenta y aunque estaba algo pasada de peso, tenia curvas lo que la hacia más linda.
Él, con su pelo negro despeinado, sus ojos grises oscuros, sus labios que solían estar quebrados, y su forma extraña de estar siempre serio y no mostrar felicidad. Sólo tenía un metro sesenta y siete, y era muy flaco y usaba ropa oscura.

Nadie se imaginaria que esos dos se amaban, ellos tampoco lo admitirán, se evitaban, pasaban por diferentes veredas, pero cuando creían que nadie los veía, se miraban con ojos de amor, cuando ella lo miraba a él algo en sus ojos cambiaba, y cuando él la miraba a ella, sus ojos se iluminaban.
Nadie podría imaginarlo, ¿Cómo lo harían? Si verla a ella era como ver un cielo lleno de fuegos artificiales en año nuevo, y verlo a el era como ver un frío y solitario invierno.

Jamás nadie pensó que esos dos tenían algo en el pasado, jamás nadie pensó que ella le había roto antes el corazón hacia tres años en una noche de verano, jamás nadie pensó que él, que jamás había mostrado afecto por nadie, le demostró cuanto lo amaba, y jamás nadie pensó que ella, que era una luz para todo el mundo, lo había destrozado, por el simple hecho de que estaba aterrada.

No eran el uno para el otro, tampoco calificarian como un caso especial del amor. Tenían ideologías, gustos musicales, gustos de helado y hasta series preferidas totalmente diferentes.

Ella que era católica con todas sus fuerzas, y él que era ateo.
Ella que era vegetariana, y el que comía carne todo el tiempo.
Ella que escuchaba música clásica, y él que amaba el punk rock.
Ella que veía "vestido de novia" en H&H, y él que jamás se perdía un episodio de voces de ultratumba.
Ella acuariana, signo de aire, y él leonino, signo de fuego.

Quien iba a decir que ella después de romperle el corazón se daría cuenta que sentía algo por el, pero al pasar el tiempo, comprendio cuanto lo amaba. Y quien iba al decir que el al pasar el tiempo simplemente sufría en silencio por algo que no fue.

Quien diría que esos dos, tan diferentes en sus formas de ser, se amaban en silencio y con locura.

Quien iba a decir que el moriría de la noche a la mañana en un incendio accidental que se produjo en su casa.
Quien iba a decir que ella, mostrando lo diferente que era de el hasta en este sentido, con un gran dolor en el alma, se arrojaria al mar con piedras en los bolsillos.