Venía de recoger la mercancía con Jimmy, que ya llevaba más de dos semanas sin que me la entregara, me dirigía hacía la casa en donde estábamos ubicados, una pequeña casa de dos pisos, blanca, con piscina en el jardín, con nuestros autos en la cochera, un "Bugatti rojo, un Camaro amarillo y una camioneta negra totalmente blindada, al igual que toda la casa lo estaba, nuestra pequeña casa se ubicaba alejada totalmente de la sociedad, obviamente si deseamos que no nos atrapen tenemos que vivir lejos, muy lejos; Venía en el Camaro amarillo de camino a casa, y escucho que el celular comenzó a sonar.
-Trynda al habla... - contesté -
No podíamos llamarnos por nuestros nombres, era demasiado arriesgado, así que cada quien tenía su apodo.
-¡Eh! Trynda, te necesitamos en casa ya... - me respondió Alist algo nervioso -
-En 10 estoy allá, ¿sucede algo? - pregunté -
-Bueno... No es tan grave, pero necesitamos que llegues...
-De acuerdo voy en camino... - colgué -
No pensé que fuera tan malo, pensé, conozco a estos tipos, saldrán con alguna estupidez para lo que me quieren ahí, pero al parecer, si me necesitaban para algo mayor; En cuanto llegué a casa, encontré a Alist, Renek y a Skar que se me quedaban viendo en la sala hacia la puerta principal, estaban arreglando cosas en la mesa, munición, armas, granadas, chalecos antibalas, ya saben, lo típico que ordenas antes de salir a pasear; No sabía que pasaba, pero por mi mente pasó primero la peor idea que tuve yo la semana pasada, ¿que cuál fue?, muy bien... Se las contaré.
La semana pasada estábamos en reunión en la sala hablando sobre futuros asaltos o atracos a posibles lugares, siempre pensábamos en bancos, las casas centrales de la ciudad, algún centro comercial, etc, pero nunca pensé en algo tan arriesgado como lo era bombardear por completo la casa blanca y el pentágono, a la vez entre todos, yo se los comenté, y parecía que a ellos no les parecía una buena idea, así que la dejé en el aire, cosa que espero, no la hayan tomado enserio...-¡Eh! Trynda, ¿vas a ayudarnos? - me dijo Alist -
-Ah... Sí, ¿se puede saber para qué tanto material?
Todos se me quedaron viendo
-¿Qué? ¿Dije algo malo? - pregunté -
-¿No lo recuerdas Trynda? ¿De verdad? - me respondió Skar -
-Perdón... Pero la verdad es que no... - contesté -
-Trynda, hoy es el asalto al banco central de la ciudad. - me dijo Renek -
A todo esto me alegré, no estaba listo para bombardear algo tan grande como lo eran la casa blanca y el pentágono.
-Ah... ¿Es hoy? ¿De verdad? - pregunté -
-Si animal, lo discutimos ayer, pero durante la peda te quedaste dormido a mitad de la platica y lo "oraganizamos" nosotros. - me dijo Alist -
-Ya veo... Pero... ¿Y el jefe Veig? - pregunté -
-Salió, dijo que volvería más tarde, aún así, nos dejó ir al banco central a asaltar. - me dijo Skar -
Teníamos todo listo, los autos, las armas, las municiones, las máscaras, los chalecos, etc; Parecía que este asalto iba a estar perrón, aún así, había que estar preparados para lo que ocurriera
Nos dirigimos hacia el banco en la camioneta negra, nos pusimos las máscaras y recargamos las armas, y nos alistamos para entrar con todo.-¿Listos? - dijo Alist con voz gruesa -
Nos detenemos como si nada enfrente y entramos a la fuerza rompiendo la puerta principal.
-¡Nadie se mueva! - gritó Alist - Estamos armados, arriba las manos... ¡tú! - señaló a la mujer de la caja 6 - Sal y llévanos a la caja fuerte - le dijo mientras le apuntaba con el arma - ¡Rápido!
-ya voy, ya voy... - contestó aterrorizada -
-Sígueme - me dijo Alist a mí, mientras que Renek y Skar se quedaron a vigilar, la verdad no había visto bien a la mujer de la caja 6, y no le presté atención, lo único que quería era llegar a la caja a salvo sin policías ni nada.
-Abre la caja. - le dijo Alist, a lo que ella acató la orden - Trynda, mete el dinero en las bolsas. - me dijo mientras movía el arma hacía delante señalando el interior de la caja fuerte -
Acaté la orden y metí todo el dinero que pude a las bolsas antes de que llegara la policía.-Trynda, ya, vámonos, la policía ya viene en camino - me dijo Alist - Ten, toma a la chica y enciérrala en la caja - me dijo mientras me la daba -
En ese momento, todo se volvió lento y casi detenido, la pude contemplar por completo de pies a cabeza, en su pecho de lado izquierdo tenía su nombre, Jennifer, me le quedé viendo totalmente, y ella se me quedó viendo a mi también, no sabía que hacer, la metía o la dejaba afuera, puesto que, no lo sé, pero creo que me había enamorado de ella...
-¡Tryyndaaaaa! - se escuchó el grito de Alist a mi lado diciendo mi nombre - ¡Muévetee! ¡Ya viene la policía!
En ese momento, Alist se echó a correr, y podía alcanzar a oír las sirenas de la policía, mientras que yo seguía viendo su rostro, tenía unos ojos color azul verdoso, tenía unos labios delgados y rojos, y un cabello café que le llegaba hasta la mitad de la espalda, cuando de repente reaccioné, decidí dejarla afuera y salir corriendo, al verla a lo lejos sólo la ví de pie viéndome irme, llegué corriendo a la camioneta, mientras veía a lo lejos el auto de la policía acercándose.
-¡Muévete y entra al auto Trynda! - me gritó Skar -
Cuando entré al auto, Skar pegó un arrancón y salió disparado de ahí.
-¿Qué coño te pasó allá Trynda? - Me dijo Alist -
-Amm.... No lo sé... - le dije -
-¿La dejaste adentro o afuera de la caja fuerte?
-¿Eh?... Ah... Afuera..
-Joder Trynda, te dije que la dejaras adentro, llegando a casa hablaremos... - me dijo Alist -
No le presté atención, tenía en mente sólo el precioso rostro de Jennifer, no podía dejar de pensar en ella, pero... la única pregunta que me podía hacer, era, ¿Qué es lo que acabo de ver?.
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Ladrón A Diario
Fiction HistoriqueEres un ladrón, de los mejores, amas lo que haces y no lo piensas dejar. Pero... ¿y si conocieras a alguien increíble? Alguien... ¿Que posiblemente haga que cambies en todos tus aspectos?... Alguien... ¿Con la que quieras pasar el resto de tu vida?