La clase termina después de una interminable charla sobre la Revolución francesa y veo como Dallas sale a toda prisa. Me apresuro a coger mis cosas y le sigo sin pensar en las consecuencias.
-¡Espera!- digo mientras doy grandes zancadas para ponerme a su nivel. Ni si quiera se digna a contestarme.
Para pedirle explicaciones le agarro del brazo haciendo que pare bruscamente y se suelte haciendo que yo retroceda un par de pasos hacia atrás.
Vale grandullón, lo pillo, no te gusta que te toquen.
-Mira- me dice mirándome directamente a los ojos, que son verdes con motas marrones, haciendo que todo mi cuerpo se paralice,- no sé dónde está tu amiga. Tampoco sé cómo sabes esas cosas sobre mí, pero como digas algo date por muerta.
Frunzo el ceño y tardo unos minutos en procesar lo que acaba de decir. ¿A él también le están mandando cartas o está solo jugando conmigo? A juzgar por su gesto juraría que el tema le molesta tanto o más que a mí. Pero, ¿por qué el anónimo le preguntaría a Dallas sobre Lauren? Si es que se trata de Lauren, claro.
-¿A ti también te han llegado cartas antes?- pregunto pareciendo algo estúpida.
Ahora es Dallas el que parece confundido.
-No te hagas la tonta. Sé que has sido tú, así que ya puedes mantener la boca cerrada.
Su mandíbula está tensa y no está dispuesto a escucharme. Si algo sé sobre sobre los chicos duros es que hay que ir con cuidado y con paciencia y yo no estoy dispuesta a rendirme fácilmente.
-No he sido yo, a mí también me han enviado unas cartas- susurro ya que la gente está comenzando a pararse para cotillear sobre lo que estamos hablando.
Dallas gruñe al ver a la gente y añade antes de darse la vuelta e irse:
-Ven a verme a última hora detrás del instituto. A no ser que estés demasiado ocupada.
No me deja tiempo a contestar pero no importa. Tengo que descubrir si Lauren está bien y si él tiene algo que ver con ella está claro que me va a ayudar, lo quiera o no.
La gente que se había quedado mirando y cuchicheando parece volver a sus qué aceres y yo camino lentamente, como un zombi más o menos, hacia la cafetería.
Sintiéndome la persona más gorda del mundo me compro un donut y comienzo a comerlo cogiendo un cachito y comiéndolo poco a poco. En realidad parezco una paranoica comiendo así, pero es como más lo disfruto. Lo sé, soy rarita.
Antes de que pueda terminar el donut y levantarme para ir a vagar por los pasillos, Giselle Len se sienta a mi lado.
-¡Por fin has venido!- me dice como si no me hubiera visto en todo el día, a pesar de que hemos estado juntas en clase de Historia.
Asiento.
-Ya era hora de salir de la madriguera- respondo a lo que ella ríe.
-Te he visto hablando con Dallas Evans, ¿tenéis algo?- pregunta en cierto todo de picardía.
A lo lejos veo como el grupo con el que antes me llevaba mira hacia aquí cuchicheando y entiendo lo que están haciendo porque lo han hecho muchas veces con otras personas. Giselle se ha acercado a hablarme para conseguir una primicia en directo.
Muy bien, si quiere primicia la tendrá.
-La verdad es que no. Pero creo que tú tuviste algo con el cerebrito ese, ¿no? El de las gafas de culo de botella y los granos.
Giselle se queda pasmada unos minutos. Parece que le sorprende que la tímida Kelsey puede bombardearle con algo así.
-¿C-cómo lo sabes?- pregunta atropellando las palabras.
-Porque soy adivina.- En verdad Lauren me lo dijo.- Pírate si no quieres que tu novio se entere- le digo haciendo que salga pitando de la mesa como alma que lleva el diablo.
Ni si quiera soy capaz de saber de dónde he sacado esas agallas. Normalmente me hubiese quedado callada esperando a que se cansara de intentar sonsacarme información o me hubiese inventando alguna excusa para irme, pero por obra divina he sacado las fuerzas para encararla. Supongo que cuando te encaras a uno de los Cuatro los demás son insectos comparados con ellos.
El timbre suena anunciando la penúltima clase y yo suspiro nerviosa. Solo queda una hora para enfrentarme a Dallas Evans.
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Lauren secrets.
Mystery / ThrillerDespués de una trágica semana Kelsey decide que ya es hora de volver al instituto y enfrentarse a lo que es la vida sin su mejor amiga, Lauren. Pero alguien no está dispuesto a dejar que Kelsey siga con su vida y comienza a mandarla mensajes amenaza...