Capítulo 1: Una mañana entusiasta

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Desperté como siempre: sin ganas de repetir la rutina aburrida de soportar a los imbéciles de mis compañeros o escuchar las discuciones entre mis padres y tener que consolar a mi hermano menor.

Para mi suerte, era muy temprano y nadie estaba despierto a excepción de de mi hermano, Dylan, y yo.

-Hora de desayunar,Dyl - dije con voz suave.

-¿Podemos no comer acá?- sugirió -No quiero escuchar de nuevo a mamá y papá discutiendo.- en sus ojos se asomaron lágrimas.

-Tranquilo... - contesté mientras lo abrazaba - Vamos a la cafetería y tomamos el subterráneo hacía la escuela, ¿Dale?

- ¡Sí! - río un poco, lo cual me alegra.

Salimos por la escalera de incendios del departamento y caminamos por las calles de San Francisco.

Llegamos al café donde trabaja Michael,un compañero mío de cabellera negra, ojos verdes y de rostro apuesto. Él estaba en el mostrador con una sonrisa cálida, pero sabía que en realidad decía "odio mi vida y sonrio porque me pagan".

- Hola, cabeza de unicornio. - dijo en tono burlón pero a la vez afectivo. - Hola pequeñin. - dirigió la vista hacía Dylan.

- Hola, Jackson. - contesté con el mismo tono. Siempre suelo cargarlo con Michael Jackson, por su nombre y apellido, Michael Jacks.

¡JAJA!...Mejor me callo.

Dylan sonrió gentilmente y se río un poco del apodo de Michael.

- ¿Qué desean? - me sonrió, aunque aún sigo sin descifrar la causa.

- Lo de siempre, Mic, un café cortado y un descafeinado para el enano. - le revolví el pelo, este sonrió.

- Y como siempre ya están listos, Zelda. - dijo mientras me acercó los dos cafés.

Michael suele llamarme Zelda ya que es mi videojuego favorito desde que era niña.

Iba tomando el café mientras caminaba hacía la estación de subterráneo con Dylan y Michael.

He estado notando que Michael "accidentalmente" roza mi mano con la suya y, para evitar que note que era un tomate viviente, escondí parte de mi cara en el flequillo.

- Al parecer alguien tiene novio. - dijo Dylan con tono burlón.

- Créeme que por más que le caiga bien, no me va a prestar atención, - dijo Michael - sólo le interesa leer.

- ¿Y? - preguntó mi hermano confundido.

- Ella le presta atención al Pach. - bromeó.

- Uno:Es Patch. Dos:creo que si él fuera real, ni te estaría hablando. - sonreí de forma soberbia.

Ellos rieron ante mi comentario.

- ¡Turn down for what! - gritó Dylan.

- Tu tu ru tu - cantó Michael mientras hacía un baile bastante extraño.

No puede evitar estallar a carcajadas.

Ellos me siguieron.

Los minutos pasaron y subimos al vagón rumbo a la escuela.

Y por primera vez en mucho tiempo,me sentía feliz de vivir.

Para nuestra sorpresa el subterráneo estaba desierto lo cual nos sentamos todos juntos; yo en el medio, Dylan a mi izquierda y Michael a mi derecha.

Me sentía muy cansada así que cerré mis ojos y al parecer me quedé dormida en el hombro de Michael. Dylan debería estar de insoportable cargandonos pero a pesar de eso amo a mi hermanito.

Todo era normal hasta ese momento...

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