Capítulo 2: Un suceso inesperado

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Me desperté sobresaltada a causa de un ruido contundente. El vagón no se movía. Me puse alerta y acerque a Dylan hacía mí para que no le pase nada.

Michael sujetó mi mano, al parecer estaba asustado.

Unos cinco hombres con pasamontañas y fierros entraron a la fuerza forcejeando la puerta.

- El que se resista o haga algo indebido les reventamos la cabeza. - dijo amenazante uno de ellos.

Dos de ellos se nos pusieron detrás de nosotros y colocaron sus fierros sobre nuestro cuello, a excepción de Dylan que se me aferró a mi con más fuerza.

Michael me miró horrorizado.

- Vengan, no intenten lo que estén pensando.

- ¿Bailar el gangam style? - dije con sarcasmo.

- No, querida. - dijo uno de ellos.

Nos cubrieron las cabezas con bolsas y al parecer nos subieron a un coche, se me dificultaba respirar por los nervios, lo cual mi respiración era desigual y acelerada. Michael pareció notarlo y buscó mi mano y la apretó de manera afectiva. Eso me calmó, apreté su mano de la misma manera como respuesta.

Pero lo que me inquietaba era que Dylan estaba involucrado en este lío.

Espero que lo siguiente sea mejor que vivir en un apartamento de cuarta con padres que discuten sin cesar y ser abusada en la escuela por ser "emo".

Soy diferente al resto sólo por mi ingenio y forma de vestir, no soy un estereotipo, soy yo misma.

Escuchaba a Dylan sollozar del miedo e intente calamarlo acariciando su cabeza y diciendole "todo estará bien".

Me temo que este será el fin de nuestra vida normal.

Me taladraba el hecho de pensar de que nos harian.Empecé a derramar algunas lágrimas por el miedo.

Nos agarraron de manera brusca y nos empujaron hacia lo que vendría a ser un garaje, debido al ruido unas cadenas levantando una cortina metálica. Nos
sacaron las bolsas del rostro y observé que estábamos rodeados de hombres similares a nuestros secuestradores.

- ¿Qué le pasó en la cara a esta gótica? - uno de ellos exclamó ya que al llorar mi maquillaje se corrió.

Le lancé una mirada fulminante.

Michael me imitó e intentó escupirle en el rostro. Su objetivo le pegó una patada en el estómago, yo lo empujé y me acerqué a Michael con preocupación.

- Ustedes, malditos, el que se atreva a ponerle una mano encima a uno de ellos se las verá conmigo. - grité enfurecida, el odio y la rabia corría por mis venas.

- ¡Aww! Miren como protege a su novio. - dijo otro de ellos.

- ¡Suficiente! - rugió unos de ellos que observaba todo de atras - ¡Les dije que no los tocaran!

El hombre agarró al que le había golpeado a Michael por el cuello de su remera y le pegó un par de veces en la cara, su mano estaba bañada en sangre que no era suya y el rostro del cual sufrió los múltiples impactos estaba desfigurada.

Dylan observó la escena con horror y me abrazó del miedo.

- Ustedes, - nos señaló a nosotros - les explicaremos todo apenas se asome el sol, ahora descansen, han pasado por un mar de emociones y los entiendo. - él nos señaló una puerta con la intención de que entremos por ella. Nosotros obedecimos y entramos.

Era una habitación de paredes blancas, otra puerta que conduciría al baño y una litera de tres camas que al parecer son muy comodas.

Michael bloqueó la puerta por la cual entramos con una silla que se encontraba por ahí y dijo:

- Yo montaré guardia, descansen.

- Anda a dormir,campeón. - dijo Michael a mi hermano.

Este obedeció y se cubrió con las sábanas de la litera de abajo.

Me quedé despierta haciendo vigilancia con él.

Él se durmió a mi lado y luego de unos minutos me deje vencer por el sueño.

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