La adolescente que fue olvidada por todos (One-shot)

La adolescente que fue olvidada por todos

Narrador

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6:30 am

El infernal sonido del despertador resonaba por todas las paredes de su habitación. Ella, lentamente, estiró su brazo y lo apagó, aunque en el fondo, deseaba no hacerlo.

Se sienta en la cama y permanece unos segundos en esa posición, meditando. Está cabizbaja, como si todo el peso del mundo cayese sobre su nuca. La joven sacude su cabeza y se dispone a prepararse para recibir con los brazos abiertos a aquel nuevo día.

O tal vez no lo hizo.

Tal vez ella solo quería quedarse en la cama, porque... ¿para que salir?

¿Para que vagar por un mundo en el que estás tú sola?

Tras vestirse y peinar delicadamente su cabello, salió del cuarto y fue a la cocina. Encendió la luz y suspiró amargamente.

No había nadie en la casa.

Sus padres se habían marchado por temas de trabajo, como siempre. Sin ganas, preparó el desayuno y empezó a comer lentamente.

El silencio cada vez se hacía más insoportable, tanto, que incluso llegaba a ser molesto. Tras acabar de desayunar, aquella chica cogió su mochila salio de su casa; no soportaba estar en ella, el ambiente se sentía lúgubre e incomodo, tanto, que no podía evitar sentir miedo.

Ya en la calle, y de camino al instituto, ella admiraba los escaparates de las tiendas. En estos, se podía ver el reflejo de una adolescente. Esa adolescente, única y diferente a los demás, miraba con desprecio su propia imagen. Sólo le parecía una mancha cuya existencia ponía en duda todos los días. En el fondo, sabía que ese reflejo no debía estar allí. Sentía como si solo ella pudiese ver aquella figura, como si solo ella pudiera darse cuenta de su existencia.

Nuestra protagonista prefirió alejar esos pensamientoa y siguió su camino hacia aquel sitio al que no quería ir, pero era una obligación.

"¿Es una obligación ser torturada?"- pensó.

Narrador (en el instituto)

Sentada en uno de los pupitres del enorme aula, veía al resto de sus compañeros. Ellos hablaban entre sí, se reían, pero parecían no ver a la solitaria joven.

Ella, aun estando rodeada por aquel inmenso grupo de gente, se sentía... ¿como describirlo?

Olvidada

No, eso no era posible. Ella estaba allí. Era imposible que se hubiesen olvidado de ella

Las clases transcurrieron tranquilas, y casi sin darse cuenta, llegó la hora del recreo. La hora más odiada.

En el recreo, era cuando mas sola se sentía. Era un sentimiento tan insoportable que no sabia que hacer para controlarlo. La media hora del recreo era el infierno para ella.

La chica salio al patio y se sentó en el sitio que siempre se sentaba; un simple banco, desde el que veía a los estudiantes caminar mas ellos no notaban su presencia.

En esa media hora, ya no podía escuchar las aburridas palabras del profesor, o tan siquiera las anécdotas que sus compañeros narraban, aunque no fueran dirigidas hacia ella.

En esa media hora, lo único que podía escuchar eran sus propios pensamientos, devorandola lentamente y haciéndola caer cada vez más en la desesperación.

Con lagrimas en los ojos, tapó su cara con las manos y, sollozando, se secó enseguida las gotas que caían por sus mejillas.

"¿Por qué nadie nota que estoy aquí?-pensaba-¿Acaso hice algo mal? Prometo cambiar pero, por favor, no me ignoren. No me abandonen..."

"No se olviden de mi"

La adolescente maldecía su suerte. Maldecía no poder volver a nacer, nacer como alguien visible.

Ella estaba atrapada en un mundo diferente al resto de la humanidad.

Y lo peor era que, en ese mundo, nadie se daba cuenta de su existencia...

Narrador (en la casa)

Ya era de noche. La joven se encontraba acostada en su cama. Había vuelto a llorar en silencio, como todas las noches.

Revisó su móvil: 0 llamadas. 0 mensajes

Miró su agenda: Ningún plan pendiente.

Recordó que no había nadie en la casa. Sus padres se habían ido a una reunión importante. Eran empresarios, y por eso no estaban mucho tiempo en casa. Pero cuando si lo estaban, su tiempo no era dirigido hacia ella.

Volvió a reflexionar

"Puede que no sea su culpa"-pensó
"No es culpa del mundo que yo me sienta así
Tiene que haber una explicación
Quizá ellos no pueden verme
Tal vez soy invisible
Invisible para los ojos humanos
Tiene que ser eso
Ellos no pueden haberse olvidado de mi... ¿verdad?
Por favor, que alguien me diga que estoy equivocada.
Yo...no he sido olvidada.... ¡¿VERDAD?!"

Entonces, como si toda la rabia del mundo se hubiera acumulado en ella, gritó.

Aquel grito representaba todo; su miedo, su soledad, su angustia, su desprecio hacia ella misma, todo lo que había guardado en su interior durante tanto tiempo.

Esa noche alcanzó su límite cuando decidió admitir la verdad;

Nadie la quería. Estaba sola
Sola y olvidada.

La adolescente se levantó de la cama. Volvió a agarrar su móvil para revisarlo una última vez.

Después de hacerlo, y sin pensarlo más, tomó una decisión...

Narrador (días más tarde)

Varias personas se encontraban de pie, frente a la lápida de una pequeña tumba. En sus ojos, se reflejaban la angustia y el arrepentimiento.

Un matrimonio lloraba desconsoladamente.

Un grupo de estudiantes que, mirando fijamente la tumba, comentaban entre ellos:

Chico A: Pobrecita, parecía una buena chica...
Chico B: Aunque era muy tímida no creo que fuese una mala persona...
Chica C: Tal vez podríamos haber hablado con ella...

La tumba permaneció allí durante largos años. Cada dia, diferentes personas leía el nombre que ponía en la lápida y sentían compasión de la pobre víctima. El matrimonio solía ir a llevarle flores, y cuando lo hacía, se lamentaban el no haber podido evitar la catástrofe.

Esa tumba yacía en el suelo, inmóvil, pero aún así, recibía atención y cariño por parte de la gente, mucho más que cuando estaba viva.

Al menos, esa tumba jamás será olvidada...

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Espero que les haya gustado ^^

Comenten que les pareció, eso me ayudaría enormemente♥

Aún estoy pensando sobre que tratará el siguiente relato. No creo que tarde mucho en decidirlo.

Se despide; Sazuki~♡