CAPÍTULO UNO.
____'s POV:
*RING* *RING* Maldito despertador. Maldita instituto. Maldita resaca.
Mierda, mierda y más mierda. Siento que la cabeza me va a explotar. Vaya fiesta de ayer. Lo último que recuerdo es que, me tomé 3 cubalibre de vodka con Stacie, mi mejor amiga. Se podría decir, que es la única persona en la que sé que puedo contar. Y mi tía Mary. No soy una persona 'rebelde' por así decirlo. Pero, me gusta mi independencia, poder salir y beber hasta perder la memoria.
Mi padre murió cuando tenía 9 años en un accidente automovilístico. Mi mamá, por otro lado, cayó en depresión y murió dos años más tarde. Me quedé a vivir con mi Tía, que es como una madre para mí. Cuando cumplí los 18 años mi tía me regaló un lindo y asquerosamente costoso carro. Unos meses más tarde me mudé con Stacie a un bonito departamento en la zona norte.
Me levanto y voy directamente al baño. Son las 7:15. Tengo 45 minutos para llegar al instituto.
10 minutos más tarde me encuentro secándome el cuerpo con la toalla. Me visto, me maquillo un poco a lo natural, pero con algo más de rímel. Dejo mi cabello castaño en ondas, cuando salgo Stacie está comiendo un sándwich con zumo de naranja.
- Buenos días, ____. - Dice Stacie con la boca llena.
Stacie es rubia, tiene un cuerpo matador y lleva un short de jean, una camisa blanca sin hombro y unas converse. Sencilla, pero se ve genial. Yo por otro lado, llevo un jean negro una camisa gris, y zapatillas.
- ¿Qué tienen de buenos? Me he parado un un dolor de cabeza terrible. Mala idea ir hacer una fiesta un día de semana. - Digo haciendo una mueca.
- Eso no lo decías a noche después del quinto trago. Tu desayuno está en el microondas. Rápido, Mitch no debe tardar. - Dice chasqueando los dedos. Hago una mueca.
Mitch es el líder del equipo de fútbol del instituto. Y uno de los chicos más populares de la escuela.
Me como mi sándwich, y cuando estoy terminando, suena el teléfono de Stacie.
- ¿Hola...? Vale, ya bajo. - Dice colgando el teléfono
- ¿Mitch? - Digo antes de darle un largo trago al zumo de naranja.
- Sí, busca tu bolso. Voy a ir abriendo. - Dice cogiendo las llaves.
- Lo que sea. - Subo las escaleras y busco todo lo que necesito. Mi iPhone, monedero, llaves y...
- ¡____!
- Agh. - susurro - ¡Ya voy!
Bajo las escaleras y me encuentro con una Stacie molesta.
- Deja esa cara, estaba buscando mis cosas.
- Sí, ajá. Apura, nos está esperando.
Cuando llegamos al auto, abro la puerta trasera y murmuro un ''Hola''. Stacie lo saluda con un beso y yo me sumerjo en en mis audífonos, con Take Care de Drake, mientras ellos hablan su mierda.
Cuando siento que el carro ya no se mueve más, noto que hemos llegado a la universidad. Abro la puerta y choco con alguien.
- ¡Agh, maldita sea! - grita un susurro, se le ha caído el móvil al suelo.
- Mira por donde caminas, ¿quieres? - Dice, yo lo miro indiferente y lo inspecciono con la mirada mientras recoge su móvil. Es rubio, con unos ojos color miles, que con una sola mirada te pierdes en ellos. Está vestido con una camiseta, un jean y unas vans, es atractivo, bastante, en realidad.
- Cálmate, hombre. Solo fue un accidente. No sabía que venías.
- Para la próxima, ¿qué tal si miras antes de abrir la puerta?
- Lo que sea, no tengo tiempo para esto. - Digo y me voy directo hacia cartelera por mi horario. Primer día de clases y casi le rompo el móvil a un chico. Qué más da. Primera clase del día: Química, salón 3B. Genial. Odio la química. Pero por alguna casualidad de la vida, tengo muy buenas notas en química. Le hecho otro vistazo a mi horario. Química tres veces por semana, maldita sea.
Cuando voy por los pasillos hacia Química, veo a Matt. Mi ex-novio. Al que algún día llegué a querer. Con Megan. La puta del instituto.
FLASHBACK.
- Yo.. te quiero, Matt. - Digo, cerrando los ojos, con miedo a su reacción. Él.. no dice nada, solo, me mira. Me está matando. Le he dicho lo que siento y él no dice nada.
- Di algo. - Digo, la tensión me mata.
- ____... Yo.. lo siento. Mucho.- Dice con algo de tristeza en su voz.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Creo que debemos dejarlo, ya sabes... ver a otras personas.
- ¿P-por qué?
- Es lo correcto. Lo siento mucho. - Dice y se va y yo quedo mirando el asiento vacío que está enfrente de mí con la mirada perdida. Parpadeo dos veces. Sin poder creerlo. Una lágrima se me escapa. Pero la seco rápidamente. No quiero que nadie me vea llorar. Me dejó, sola en el restaurante.
Debo admitir que le tengo algo de rencor. Pero ya lo superé. Ya lo superé. Los ignoro y me dirijo a Química. Me siento en el asiento para dos personas. Y diviso a Stacie llegando. Levanto la mano y llega y se sienta a lado de mi. Hablamos de tonterías, mientras van llegando los demás. Suena el timbre y el profesor entra.
- Hola y muy buenos días, bienvenidos al último año de química. - Dice el profesor James.
Volteo mi cabeza y va llegando el chico del teléfono, tarde.
- Yo... Lo siento, soy nuevo. No encontraba el salón. - Dice con voz baja.
- Está bien. Pero que no se vuelva a repetir. ¿Usted es...?
- Justin Bieber - Dice con voz firme.
Y me siento como si me echaran un balde de agua fría. Los recuerdos llenan mi mente.
FLASHBACK.
- ¿Te vas? - digo, con lágrimas en los ojos.
- Sí. No me quiero ir. Pero es por poco tiempo, te lo prometo.
- No te vayas. Te voy a extrañar.
- No me quiero ir.
- Justin, por favor. Eres mi mejor amigo, ¿con quién jugaré ahora?
- Me tengo que ir, papá me está llamando. Volveré pronto. Lo prometo. - Se acerca y me da un beso en los labios. Y sale corriendo.
Justin Bieber. Mi mejor amigo de la infancia. Estudiábamos juntos, nuestros papás eran muy amigos. A Jeremy, su padre, lo trasladaron a New York y no lo volví a ver jamás. La última vez que lo vi tenía seis años, el tenía siete.
- Bien. Preséntate. - le dice al profesor a Justin.
Duda, pero cambia hacia el centro del salón.
- Hmm... Hola. Soy Justin Bieber tengo 18 años y vengo de New York. - Dice, y mira el profesor con una mirada, el profesor asiente.
- Bueno, eso es todo. Justin, siéntate a lado de... ___ Smith. Stacie, siéntese con Marco Cruz. - Dice, y maldigo en mi mente. Él abre los ojos de golpe, y frunce el ceño. Lo sabe.
- ¿Qué? ¡profesor, por favor! - Dice Stacie, haciendo puchero.
- Siéntese al lado de Marco, señorita James. Es una orden. Bieber, siéntese allá. - Dice, señalándome a mi. Stacie se va, enojada.
Maldita sea. Viene hacia acá.