CAPÍTULO DOS.
Justin's POV:
Es ella. Lo sé. Estoy seguro.
Me dirijo hacia su asiento. La miro fijamente. Pero no digo nada. Ella tampoco.
- Bien, alumnos, saquen su libro en la página 12, lean los cinco primeros párrafos y hagan un análisis. Ahora. Los recojo en 15 minutos. Individual.
Saco mis cosas, mi hoja, mi libro y... mierda, el lápiz. No tengo.
- Eh... No tengo lápiz, ¿será que tú...? - Digo, esperando que complete mi oración.
- Tengo un portaminas, ¿te sirve?
- Sí. - Ella busca en su bolso y saca una pequeña cartuchera. Adentro hay unos borradores, minas y todo eso.
- Aquí tienes. - Dice y me lo entrega. Nuestros dedos chocan y nos miramos a los ojos. Siento algo. Maldita sea. ¿Qué mierda me pasa?
- Hmm... Gracias. - Empiezo a leer el primer párrafo, y cuando lo termino, la miro, está concentrada leyendo. Me pilla mirándola, y me da una pequeña sonrisa, y yo sonrío. Daría todo por saber qué está pensando.
Termino la bendita tarea, y el profesor pasa a recoger los trabajos. Y discutimos sobre lo que haremos el miércoles, que es la próxima clase.
- Y por favor, quiero que traigan...- Suena el timbre, y todos salen disparados hacia la salida. El profesor resopla. ____ recoge sus cosas con rapidez. Me está evitando. Recojo las mías y quiero hablarle. Decirle que volví. Aunque, eso es obvio, ¿no? Cuando me dirijo hacia ella, está saliendo y no tengo oportunidad para hablarle. Mierda. Cuando estoy saliendo, un chico se me acerca. Creo que es el tipo que estaba con la chica esa, Stacie, creo. Es blanco, de cabello negro, y esta vestido con un jean y una camiseta.
- Hmm... Hola. Soy Marco, ¿qué tal?
- Ey, soy Justin. No mucho, ¿y tú?
- No mucho. Hmm, bueno, me han mandado para enseñarte el instituto.
- Genial, pero ahora, tengo hambre, man. - Digo haciendo una mueca.
Marco saca una sonrisa. - Ya estamos hablando el mismo idioma. Vamos a la cafetería. Mientras, ¿por qué viniste a Chicago?
- Bueno, yo ya vivía aquí antes, pero a mi padre lo trasladaron y nos mudamos a New York. Lo trasladaron porque trasladaron a mi mamá. Y aquí estoy.
Cuando termino, acabamos de llegar a la cafetería. Pido mi comida, y cuando voy a pagar una chica se me acerca.
- Hola, me llamo Megan. Tú eres el chico nuevo, ¿verdad?
- Hmm... Sí. - Megan es caliente. Pero no es mi tipo. Trato de evitar a las putas baratas.
- Genial, ¿cómo te llamas? - Dice, coqueteando. Yo volteo los ojos y ella frunce el ceño.
- Justin. - Digo cortante.
- Ah... ¡Hola, Marco! - Y sale de dónde se ha estado escondiendo. Con una sonrisa forzada.
- Eh... Hola, Megan. - Dice, y está claro que la estaba evitando. Y su razón, no lo sé.
- Mira, mañana hay una fiesta en mi casa. Llévate a tu amiguito. - Dice refiriéndose a mí. Y nos lanza un guiño. Termino de pagar y noto que unas chicas me están mirando. Vaya, primer día y ya las tengo locas a todas. Buena esa, Bieber. Sonrío con satisfacción hacia ellas.
- ¿Por qué te escondías de esa? - Digo, cuando llegamos a la mesa.
- Bueno, digamos que quiere follar conmigo y yo no. Anda detrás de mí, ahora lo está de ti. Cuídate. Muerde.
- Gracias por decirme, supongo. Pero no me gustan las putas. Me van más las mujeres difíciles.
Terminamos de comer, y vamos a la próxima clase. Cuando llegamos, el profesor no ha llegado. Y aprovecho para sacarle información.
- Man, ¿qué me dices de ___, la que viene llegando?
- No te va a hacer caso. Es muy dura desde su último novio, se dice que ella le dijo que lo quería, y él la botó. No pierdas tu tiempo.
- Eso suena como un desafío...
- Bueno, no digas que no te lo advertí.
Pase toda la clase mirando a ____. Cuando me dí cuenta, cruzamos miradas y en ese momento, sonó el timbre. Estaba a punto de hablarle... Y el profesor la llamo. Mierda. ¿Acaso el mundo está contra mí? Agh, me voy a mi otra clase. Y ___ no está en ella. Pero Megan sí. Lo que faltaba.
- Hola, Justin. ¿Vienes mañana, verdad? - Me dice coqueta. Suspiro con frustración.
- ¿Qué quieres de mi? - Ella se queda sorprendida. No responde - ¿Ah?
- Nada... Solo quería ser amable, supongo. Entonces, ¿vienes o no?
- No lo sé. Ni siquiera tengo la dirección.
- Oh, pensé que ibas con Marco, pero de todas maneras, aquí tienes. Todos irán. - Dice entregándome un papel de color verde, con una dirección escrita.
- Ajá. - Digo y me voy a mi asiento. Y para rematar, Megan se sienta al lado de mí.
La clase pasa volando. Y mientras voy divagando por el salón, Megan me está mirando, y se sube un poco la falda. Pongo los ojos en blanco, y presto atención a la clase. El día pasa volando, y mientras voy a mi coche, suena mi iPhone.
- Bieber.
- Vaya, vuelves a Texas, y no me dices nada. Genial.
- ¿Quién es? - Digo frunciendo el ceño.
- ¿Hola? ¿con quién hablo? Porque el Justin que yo conozco (o conocía) no se olvida de su mejor amigo. Man, me hieres.
- ¿Ryan?
- ¿Quién más?
- Diablos, que de tiempo. Tenemos que encontrarnos. ¿Dónde estás? ¿Y Chaz?
- Está a mi lado, dice Hola, y que es bueno que también lo hayas extrañado. - Dice sarcástico - Te paso la dirección por texto. Nos vemos. Es bueno tenerte de vuelta.
- Es bueno volver. Pásame a Chaz.
- ¿Qué? ¿Ya te acuerdas de mi? Pensé que nada mas existía Ryan en tu corazón.
Ryan y yo hemos estado en contacto. No todo el tiempo, pero a veces hablábamos. Pero no mantenía la misma conexión con Chaz.
- No seas gilipollas, también te extrañe. Es raro decir eso. Bueno, en fin, debo colgar, estoy manejando.
- Nos vemos luego. - Y en el fondo se escucha un 'Adiós' de Ryan. Suelto una pequeña risa. Y cuelgo.
Enciendo la radio y los recuerdos de hoy aparecen en mi mente. ____. Putas baratas. Teléfonos caídos. Fiestas. Química. Y llego a casa más rápido de lo esperado.
- Ya llegué. - Cerrando la puerta.
- Hijo, ¿qué tal te ha ido? - Dice mamá.
- Bien, me encontré a ____ Smith.- Mamá saben perfectamente quién es. Nuestros padres eran muy amigos. Cuando nos enteramos de su muerte, fue devastador.
Después de comer, subí a mi cuarto, saludé a mis hermanos, y me di una larga ducha. Me vestí y miré la hora. Las 6 de la tarde. Reviso mi teléfono y tengo un mensaje de un número desconocido.
'Hoy a las 9pm en el BK. Es bueno tenerte de vuelta'
Y sé que es Ryan. Guardo su número en el directorio, y escucho algo de música. A las 8:30 me baño y me visto para ir al BK, me despido de mamá y pongo la dirección en el GPS.
Llego y diviso a mis amigos. Nos saludamos, y de repente veo una cara conocida.