Capitulo 1:

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-¡Tessa despierta, Shawn está aquí!. -Escucho los gritos de Caroline desde la planta baja. Apenas abro un poco mi ojo izquierdo para ojear el horario. Las ocho de la mañana, ¿Es en serio?. -¡Vamos Tessa, o llegarás tarde!. -¿A dónde se supone que llegaré tarde?, como sea... tengo demasiado sueño para pensar en eso ahora.
No pasan mas de treinta segundos hasta que la puerta de mi habitación de abre en un estallido.
-¡¿Que coño estás haciendo Caroline?!. -Pregunto incorporándome en la cama, aún refregando mis ojos. -Son las ocho de la mañana.
-¿Eres idiota o qué?. Es tu primer día de clases, Tessa. -Mierda, lo había olvidado. El feliz regreso a clases, tan esperado por todos los alumnos, nótese la ironía. -Ya había olvidado como era tu cara por las mañanas... -Comenta Caroline mirandome con repugnancia. - Ve a peinarte y vistete o llegarás tarde, Shawn está esperandote abajo. -Suelto un prolongado bostezo antes de levantarme de la cama; Me visto con una sudadera elegida al azar y unos leggings, calzo lo primero que encuentro y tomo mi bolso viejo y gastado de hace cuatro años, antes de de salir del departamento.
Si, se que olvidé peinarme y no me puse maquillaje, pero es parte de mi rutina.

-Entonces, fuiste tú. -Me acusa Shawn al sentarme del lado del copiloto. Me limito a mirarlo con extrañesa ladeando la cabeza, a lo que él responde soltando una breve risa. -La sudadera que traes puesta, es mía. Fuiste tú quien me la robo. -Vuelvo la vista hacia mi cuerpo para descubrir que en efecto, la prenda que traigo puesta me llega hasta las rodillas. Y si, es la susadera de Shawn.
-No te la robé, de seguro te la olvidaste la semana pasada. -Intento excusarme imitando un tono de vos indiferente, aunque me sale pésimo. Ambos sabemos que si se la robé. Él sabe cuanto amo esta vieja sudadera.
-Como digas, vieja enana. Quedatela, si la quieres es tuya. -Ambos comenzamos a reír y se lo agradezco dejando reposar mi cabeza en su hombro.

Shawn es mi mejor amigo desde que tengo noción de la existencia, antes era mi vecino y nos llevabamos pésimo. Pero al crecer cada vez nos hicimos más cercanos. Tuvimos un breve romance en la pubertad que se vio interrumpido por la llegada de quien ahora es nuestro mejor amigo, Matthew.
-¿Qué hay, vieja enana?. -Me saluda Matt al ingresar en el asiento trasero. Él y Shawn me apodaron "vieja enana" como una broma interna, debido a el tinte de mi cabello, gris.
-Nada nuevo, ¿como andas tú, oxigenado?. -Y yo suelo decirle "oxigenado" debido al color rubio pálido de su cabello. El cual extrañamente es natural.
-Como siempre, discutiendo con Reachel. -Su insoportable novia.
-Deberías dejarla de una vez, solo te causa problemas. -Le aconseja Shawn sin apartar la vista de la carretera.
-Dejame adivinar que sucede esta vez, ¿Celos?, ¿Se tiró a otro tío?. No, ya lo se... ¡Esta embarazada por quinceava vez!. -Suelto fingiendo sorpresa, a lo que Shawn no puede evitar soltar una carcajada.
Reachel siempre dice estar embarazada. De hecho, creo que ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que Matthew me llamó a madrugada diciendome que su novia tenía un atraso.
-Que gracia me hacen tus chistes, Tessa. -Comenta el oxigenado. Soltando una risa pausada, sarcastica.
-Okey, lo siento. Vamos, cuentale tus problemas a tu viejita favorita.

Fue una mala idea pedirle a Matt que nos contara sus problemas. Durante el recorrido hacia la escuela no hizo mas que hablar sobre Reachel y sus celos enfermizos, sobre lo estrictos que son sus padres, y sobre lo tensa que había estado estas últimas semanas. También comentó algo sobre un primo suyo del que Matthew sentía celos, y terminó su relato diciendo lo mucho que la ama y que no quiere dejarla. Lo de siempre.

-Llegamos. -Anuncia Shawn bajando del vehículo, interrumpiendo a Matthew.
-Ya era hora. -Comento sonando mas exagerada de lo que pretendía.
-Pero aún no terminé de contarles mis problemas. -Exclama Matt con cara de perro mojado. Como si fuese un niño a punto de hacer una rabieta.
-Después nos cuentas, oxigenado. Creeme que muero de intriga por saber como se solucionará lo tuyo con Reachel. -Los tres sabemos que eso no es cierto. No obstante, él solo se limita a hacer un movimiento de hombros a modo de queja y nos dirigimos hacia los salones.

(...)

-Vieja, oxigenado, trasero sexy por el pasillo izquierdo. Creo que me va a dar algo. -Comenta Shawn luego de un silbido, mientras mira sin disimulo el trasero de una pelirroja a poca distancia de nosotros. Tiene razón, está buenísima.
-Me van más los morochos. -Comento con indiferencia sin apartar la vista de la pelirroja. Quien voltea unos segundos. Los suficientes para notar que la estamos mirando y para dedicarle un guiño a Shawn.
-Esperen aquí unos segundos, ya vuelvo. -Comenta mi amigo castaño dirigiendose con coquetería hacia la colorada, sin dejar de mirarla.
-Okey, creo que solo quedamos tu y yo, Matt. -Le digo al oxigenado, sin mirarlo, mientras avanzamos por el pasillo en dirección contraria a la de Shawn. Pero me extraño al no oír respuesta alguna. -¿Matt?. -Volteo para verlo y lo encuentro enrollandose con Reachel. -Okey, entonces creo que solo quedamos yo y ... -Por no fijar mi vista en el camino golpeo accidentalmente a alguien que caminaba frente a mí. -¡Fijate por donde vas, idiota!.
-¡Tú fuiste quien me empujo anciana!. -No tardo mucho en ponerme en pie. Cuando me dispongo a insultar a el idiota que me empujó.
-¿A quién demonios le dices Anciana, imbec...?. -Me silencio en un segundo, al ver a los ojos al chico que tengo frente a mí. - Y... ¿Cómo dijiste que te llamabas, cariño?. -Pregunto tomando mi mejor pose, y usando mi sonrisa seductora. El chico comienza a reirse hasta contagiarme.
-Me llamo Nash, viejita.

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