Nueve.

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Sherlock;

Siempre supe que ocultabas tu lado emocional de alguna forma. Nunca estuve muy seguro de cómo, pero cuando ayer entré a tu cuarto, y tras dar una larga bocanada de aire, me puse a buscar algo sin saber yo qué era, lo pude confirmar.
Tuve que reprimir una sonrisita.

El diario secreto de Sherlock Holmes—murmuré.

Era un cuaderno pequeño, de tapas duras y negras, y la mayoría de las páginas estaban vacías a excepción de algunos garabatos sin sentido y palabras sueltas. Después de todo, eras humano.

Alone [Johnlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora