Camino Al Laboratorio.

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**Narra Sara**

Mientras recojo y comienzo a lavar la loza de mi frustrado desayuno sorpresa, comienzo a pensar en cómo se supone que llegue a un acuerdo sobre todo este viaje con Lucy, ella es realmente terca y obstinada cuando quiere, y no se rendirá sin luchar, además le había prometido que este año tomaríamos vacaciones familiares, seriamos una familia como no lo habíamos sido en años, solo estaríamos ella, su padre, su mejor amigo y yo, y por supuesto Zeus, nuestra pequeña bola de pelos …  de pronto escucho a alguien llamar a la puerta, compruebo el reloj y sé que es Javier que pasa a recogerme todos los días a esta hora.

Me seco las manos y me acerco a la puerta, al abrirla una oleada de su perfume entra en la casa, sonrío como si mi relación madre-hija no estuviera sufriendo su mayor crisis en este preciso momento, y probablemente gran parte de esta se deba a el hombre que justo ahora está parado frente a mí.

-Hola- digo con saludándole con una sonrisa aún pegada en mi rostro.

-Hola amor- dice él dándome un beso rápido, entonces mira adentro velozmente y como aparentemente he terminado agrega - entonces… ¿estás lista?

-Casi, ya estoy terminando- digo acercándome al fregadero y enjuagando un último plato, que no podía verse desde su perspectiva. - Ok, ya estoy lista.

-Bien, entonces ¿nos vamos?- Asiento con la cabeza, tomo mi cartera y un montón de papeles que están sobre el escritorio, reviso con la mirada para comprobar que no olvido nada y salgo de la casa seguida de cerca por Javier.

-Sara ¿No olvidas algo?- pregunta entonces mi novio mirándome divertido-

-Mmm… Creo que no- digo revisando mentalmente e intentando recordar que fue lo que olvide-

-¿Qué hay de estas?- dice entonces él, agitando mis llaves frente a sus moreno y sexy rostro-

-¡Ay! Javier- digo en un suspiro- ¿qué haría yo sin ti? –

Entonces él se acerca a mí y susurra en mi oído- Cariño, estarías perdida- sus labios hacen cosquillas en mi oreja y un escalofrío recorre mi espalda.

Me alejo de él, quitando las llaves de sus manos y cierro la puerta, entonces una oleada de culpabilidad y nostalgia me inunda cuando veo las flores que Lucy y Cristóbal, su padre plantaron cuando ella tenía unos escasos seis años. Saco estos sentimientos rápidamente de mi cabeza y subo al auto, donde Javier me espera con una sonrisa en su rostro. Una vez que los dos estamos en el auto, enciende el motor y arranca, camino al laboratorio donde trabajamos.

-¿Y bien?- me pregunta Javier de pronto revelando  su punzante curiosidad -¿Qué dijo Lucy? ¿Irá con nosotros?-

-Creo que está absolutamente en contra de este viaje, -digo con pesar- cuando se lo dije comenzó a gritar como una loca, afortunadamente en ese momento llego Sebastián y se fueron de inmediato, porque igual que todos los días iban atrasados-

-Tranquila, seguro que luego acepta acompañarnos, -dice él, con absoluta confianza- después de todo es una adolecente, y ¿Qué chica se negaría a pasar dos semanas en EE.UU. vacacionando?-

-Tú no la conoces como yo, ella jamás aceptara esto, además si a eso le sumas que lleva más de tres meses planificando nuestras vacaciones familiares en la casa de Cristóbal…-

-¿Es qué en serio ibas a pasar un mes en la casa de tu ex?- dice entonces él con exasperación, a veces sus celos me abruman.

-Javier, ya basta ¿sí? -digo con cansancio, no tengo ánimo para discusiones justo ahora- escucha, te guste o no, Cristóbal es el padre de mi hija, y aún seguimos siendo amigos ¿Qué tiene de raro ir a pasar las vacaciones en casa de un amigo?-

-No entiendes, no me molesta en absoluto que ustedes sean amigos, lo que me saca de quicio, es que él haya tenido la oportunidad de estar contigo y no la haya aprovechado y que tú aún así lo visites y sigas hablándole- ahora mismo Javier está a punto de explotar de celos, puedo decirlo por su tono de voz.

-Te recuerdo que fue una decisión mutua, fue algo de común acuerdo- he repetido esta explicación al menos unas cien veces - las cosas no estaban funcionando bien desde hacía un tiempo, y queríamos esperar que Lucy tuviera una edad adecuada para aceptar nuestra separación de la forma correcta.

-De todas formas, si yo tuviera la oportunidad de formar una familia contigo, jamás te dejaría ir-

-lo sé, me lo has dicho unas mil veces- digo entonces con despreocupación, no quiero hablar más de este tema…- además ¿Qué podía hacer él? ¿Secuestrarme?, no crees que es mejor separarnos y seguir siendo amigos  que seguir juntos odiándonos en secreto, además si él y yo no nos hubiéramos separado, tú solo habrías sido un compañero de trabajo más...- se que con eso ya no sacara más el tema, ese argumento siempre funciona con él. – ¡Javier!- grito de improvisto.

-¿Qué?-

-Aún no me has dado detalles de nuestro viaje- le digo girándome hacia él, y frunciendo el ceño- ¿Es que ya no quieres ir conmigo?-añado haciendo pucherito.

-Por supuesto que quiero ir contigo- dice aprovechando un semáforo en rojo para darme un beso fugaz y sonriendo comienza a explicarme los pormenores del viaje, luego de las primeras explicaciones me pierdo en el sonido de su  gruesa y suave voz, creo que eso es lo que más me gusta de él, además ni siquiera se da cuenta de que no estoy poniéndole atención, cuando comienza a hablar de algo que le apasiona olvida completamente su entorno, y solo se concentra en no olvidar ni el más mínimo detalle…

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2013 ⏰

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