¿Profesor?

8.

-Pareces tan concentrado ahí, recuerdo cuando me mirabas de esa manera, cuando yo era la única persona que adorabas en tu vida... ¿Ya esos tiempos nunca regresaran?

Miraba el rostro enrojecido de su ex novia... Gianina, mas que estar celosa, estaba dolida por que tenía un reemplazo, que ella misma descubrió.

La tarde que esperé a que Nicolás viniera de improviso a mi departamento, le deje una nota sobre la mesa, bastante cariñosa... No pensé en ese momento en que Gianina fuera la primera en verla.

-Hace mucho tiempo que deje de quererte, Gianina. Ni siquiera puedo decir que te amé.

La cachetada que me dio aun ardía, sin embargo, quise hablar las cosas con tranquilidad. Si bien Gianina sabia que el quiebre definitivo existía, quería respuestas, quería saber quien era ese tal Nicolás y por que lo trataba con tanto afecto.

-Entonces me vas a decir... que todo este tiempo fuiste gay... Y que además estuviste con alguien mucho menor que tu... Jaime, ¿te das cuenta de que puedo demandarte?

No se cual fue la mirada que le lancé, pero su rostro parecía perplejo.

-Lo sé, y asumo toda la responsabilidad.

Puso un mechón de su cabello tras su oreja y continuó hablando.

-Sabia que dirías eso, eso es lo que me gusto de ti al principio, ¿sabes? Me enamoro tu manera de ser arisca, pero realmente eres todo lo contrario cuando se trata de la persona que quieres...

Miraba el suelo con nostalgia, esos tiempos eran buenos... Mas no recordaba algún momento de felicidad a su lado, no recordaba cuando Gianina cambio tanto.

-Fuiste una persona muy importante en mi vida, me da tristeza perderte asi... Solo me queda agradecer todos los momentos vividos. Y que tengas una hermosa vida, con un hombre que te trate como la verdadera princesa que eres ahora.

Ella solo le sonrio, no veía maldad alguna en esa sonrisa. Era la sonrisa real que un día hace mucho tiempo, le llamo la atención.

Solos e inmersos en una vorágine de sentimientos, se abrazaron, el tiempo no quería separarlos ni ellos tampoco.

-Debo decir... que realmente él me interesa... Es algo mas allá, que aún no quiero descubrir. Pero que seré muy feliz cuando lo haga.

-Se te ve tan feliz cuando hablas sobre el... Les deseo lo mejor a ambos, y gracias por todo, Jaime...

Y el eco del sonido de la puerta, junto a la luz de la luna, fueron sus únicos acompañantes esa noche. Seguía pensando en Nicolás y en como estaría, si había pensado en él tanto como el mismo lo hacia. Necesitaba estar cerca de el, su cuerpo lo demandaba... Pero antes de ir, quiso dormir un rato. Tenia fuertes dolores de cabeza siempre que discutía o hablaba con Gianina, estaba feliz de que ya no sucediera eso. Se durmió con una sonrisa pequeña.

-¿Depilarme?

El Nico me miró como si me hubiera salido otro ojo.

-Edgar weon... Sí, tenías que depilarte... Completo. Puta que eres peludo, por la cresta.

Me avergoncé un poco, pero le sonreí con amabilidad, diciéndole que ya me encargaría de eso. El Nico estaba inquieto y con la mirada perdida. Y yo, estaba mas nervioso que la chucha, ya que no sabia con seguridad si tenia que estar con muchas mujeres o quizás... Hombres. Un escalofrío le recorrió la espalda, miró al Nico que estaba hablando con otro chico, se veía tan... Viejo. Creo que estaba quedando calvo, o algo así. Me estiré sobre la cama del Nico, y quede en una posición bastante incómoda, pero el viejo calvo me miró con los ojos muy abiertos y el Nico también.