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Laura

Una semana atrás.

Solía ser aquella chica que no creía en el amor, que directamente ni pensaba que existía, pero todo eso cambió hace unos meses atrás cuando conocí a Ross, incluso se podría decir que es el amor de mi vida, muy pronto y cursi para decirlo, lo sé, pero dudo que mi amor por él se acabe, me había hecho muy feliz durante estos meses que llevábamos juntos, nos conocimos en un parque de atracciones, el muy capullo se coló delante de mi en la fila para subir a la montaña rusa, discutimos, peleamos, nos besamos y acabamos saliendo, puede sonar incluso muy cliché, pero no estamos aquí para hablar de como nos conocimos.

Actualmente estábamos tumbados en el césped de un parque cercano a mi casa, yo me encontraba encima de él, junté una vez más mis labios con los de Ross y nuestras lenguas se movieron en sincronización. Llevábamos toda la tarde así, pero no nos importana, disfrutábamos de nuestra compañía mutua,

Cuando nos quedamos sin respiración, separamos nuestros labios y miré los preciosos ojos mieles de Ross, aparté un mechón de su pelo rubio que caía en su frente, me sentía afortunada de tener un novio tan atractivo la verdad.

-Ross, ¡solo una semana!- recordarlo hacía que me emocionara.

-¿Una semana? ¿para qué?- preguntó extrañado, eso me hizo rodar los ojos pero dejé de darle importancia.

-Ya sabes, para mi decimonoveno cumpleaños, pienso hacer una fiesta inolvidable-

-¡Oh es verdad! Se me había olvidado, lo siento Laur...-

Volví a rodar los ojos, Ross era bastante despistado, pero aún así lo quería.

-Espero que no se te olvide el mismo día de mi cumpleaños...-

Ross acarició mis mejillas con su pulgar -Eso no pasará, te lo prometo- besó mi frente.

Inconscientemente, las comisuras de mis labios se alzaron.

Al cabo de un rato, mientras atardecía, decidimos que era hora de volver a casa, íbamos caminando lentamente de las manos mientras disfrutábamos de lo que quedaba de tarde, de vez en cuando me percataba de que Ross no paraba de mirar el movil, pude ver que estaba en los mensajes, pero mi vista no alcazaba a ver la persona con quien hablaba, no era la típica novia que controlaba las veinticuatro horas del día a su novio, pero al llevar un rato así me llamaba la atención.

-¿Con quien hablas?-

Ross giró su cabeza para intercambiar su mirada con la mia, tenía el ceño fruncido.

-Con nadie, Laura no tendría que importarte...-

-Ya, lo siento...-

Ross negó con la cabeza y con la mano que tenía libre escribía algo, intenté leerlo pero Ross se percató de mis acciones y apagó la pantalla, acto seguido me miró de nuevo con el ceño frucido.

Avergonzada, miré hacia delante y seguimos caminando.

Tragué el nudo de mi garganta y acumulé valor para hacerle una pregunta que deseaba decir: -Ross, tu y yo... Estamos bien, ¿verdad? Me refiero a nuestra relación...-

Ross me miró de nuevo, esta vez con el rostro extrañado
-S-supongo, ¿por qué preguntas eso?-

-Es que... El otro día te vi con una chica rubia, y hoy me ocultas la persona con la que estabas hablando-

Ross rodó los ojos -Laura, no te preocupes, preocuparse es malo, esa chica era Becca y pues, ya sabes, estamos en la misma clase de Literatura en la universidad y pues ehm, habíamos quedado para hacer el trabajo, ya sabes, el trabajo semestral, nos ha tocado juntos y pues habíamos quedado para hacerlo... Cero preocupaciones, ¿vale?-

Algo me decía que Ross estaba mintiendo -Nunca me habías mencionado todo eso... Ni si quiera me habías mencionado lo del trabajo....-

-No lo había hecho porque no tiene importancia, Laura confía en mi, ¿es que no lo haces?-...-

-Ross yo confío en ti, pero es que a veces...-

-Pues si confías no tendrías que darle tanta importancia a eso-

-Pero es que a mi si que me importa, ¿Ross no lo entiendes? Me preocupo por ti, porque me importas un montón y tu en cambio no parece que te importe tanto como yo a ti...-

El rubio que tenía como novio suspiró -Laura me importas un montón, si no no estaría aquí contigo en este momento, ¿sabes?-

Dejé el tema estar y asentí, aunque no muy convencida.

Oí vibrar el movil de Ross, y seguidamente él encendió la pantalla para ver el mensaje que le habían enviado, yo ya no quería entrometerme más así que intenté no darle importancia.

-Laura me tengo que ir- dijo Ross de la nada.

-¿Ya?-

Ross asintió -Si, mi madre llamó diciendo que, ehm, me necesita en algo...-

-¿Tu madre llamó? ¿cuando?- una risa sarcástica salió de mi boca, ¿acaso me estaba mintiendo en la cara?

-Ehm digo, que me acaba de enviar un mensaje diciendo que me necesita...-

No pude evitar suspirar, Ross besó mi mejilla -Nos vemos, y si que me importas ¿vale?-

Asentí mientras que una sonrisa se asomaba por mi boca.

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-Te lo digo Laura, Ross no es lo suficientemente bueno para ti, es un puto mujeriego...-

Rodé los ojos ante lo que mi mejor amiga llamada Sierra dijo -Ross no es un mujeriego, solo sale conmigo, pero me preocupa que se esté viendo con esa tal Becca... Seguro que dices eso por que estás celosa...-

-¿Qué coño Laura? ¿Te estas riendo en mi puta cara? ¿Como voy a estar celosa si soy lesbiana?-

-Tranquilízate, era una broma...-

-Ya, claro...-

-Pero enserio Sierra, ¿que debería hacer?-

-¿Es que no lo he dejado claro antes? Deberías vigilarlo...-

-No pienso hacer eso, no quiero estar todo el día encima de él, confío en Ross, y se que él no está haciendo nada malo...-

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Como matar a tu novio ~Raura {Short story}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora