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Laura

29 de noviembre

Me desperté con la canción de cumpleaños que mi movil había utilizado automáticamente como despertador, me levanté de un saltó de la cama, y con un boli rojo que tenía en la mesita de noche taché del calendario el día 28 de noviembre, de paso conté los días para que mis padres volvieran del viaje de negocios, ambos eran representantes de calzados y siempre estaban viajando, por fin disfrutaría de su presencia dentro de una semana.

Bajé a desayunar y me llevé una gran sorpresa cuando vi a Sierra y a Ayden, mi mejor amigo, detrás de la mesa del salón con una pancarta que ponía "Felices 19 Laura", fui corriendo a darles un abrazo enorme, de paso me percaté de que en la mesa había un plato de tortitas con velas.

-Felicidades Laura- dijeron ambos abrazándome de vuelta.

-Muchas gracias por todo-

Seguidamente me senté con ellos a comer las tortitas que habían preparado, si os preguntabais de como habían entrado en mi casa, Sierra tiene una llave por si pasa alguna emergencia en mi casa, al no estar mis padres...

A la vez que disfrutaba de ese maravilloso desayuno, tomé un tiempo para ver las notificaciones del movil, en Whatsapp todos mis amigos me habían felicitado, pero me extrañaba que Ross no lo hubiera hecho aún, aunque alomejor seguía durmiendo, tan solo eran las once de la mañana. Durante esta semana apenas me relacioné con Ross, según él no tenia tiempo para verme ya que estaba ocupado con el trabajo de la universidad, y apenas hablamos por mensaje, pero intenté convencerme de que no pasaba nada, tenía que confiar en él.

-¿Cómo llevas los preparativos para la fiesta?- preguntó Ayden con la boca llena.

Rodé los ojos divertida -Bien, solo me falta poner la decoración y ir a comprar el alcohol...-

-¿Quieres que te ayudemos en algo?- preguntó la peli-rosa de mi amiga.

-No me hace falta, pero si cambio de idea ya os llamaré-

Ellos asintieron, al finalizar el desayuno se marcharon ya que tenía que preparar los últimos detalles de la fiesta que celebraría en mi casa, volví a mirar mi movil, pero Ross no me había felicitado aún, suspiré y continué con mis tareas.

Estuve como cuatro horas limpiando mi casa y poniendo las decoraciones de cumpleaños, pero no me importaba ya que esta noche sería brutal. Había invitado como a veinte amigos, sin contar la gente que traerían esos amigos que mas o menos seríamos entre cincuenta y sesenta personas. Ahora lo único que me faltaba para acabar con todo las tareas era ir a la tienda a comprar el alcohol, cogí mi bolso y me dirigí hacía el sitio mencionado caminando, necesitaba tomar un descanso después de todo el esfuerzo que había hecho para que quedara la fiesta perfecta. En el camino no pude evitar pensar en Ross, se me hacía extraño que a las cuatro de la tarde aún no me hubiera felicitado, ni por mensaje, pero la ilusa de mi prefirió pensar que tal vez me sorprendería al llegar a casa y me felicitaría, me daba igual si trajera regalo o no, solo lo quería a él, solo para mí.

Después de un cuarto de hora caminando llegué a la tienda, llené el carro com todo tipo de alcohol, desde botellas de ron, de ginebra, de whisky, vodka, etc. También había encargado un barril de cerveza, que llegó justamente ayer, necesité la ayuda de Ayden para dejarlo en mi sótano. Amaba el alcohol, para mi era como un estimulante que sacaba lo mejor de mi, ayudaba a sacar mi lado loco, también era fan de las drogas finas como el tabaco, pero a partir de ahí no cruzaba los límites, sabía lo perjudican que era todo eso, pero que puedo hacer, todo lo que mata me hace sentir viva... Ross era como yo en ese aspecto, solo que un poco más light, él sabía controlarse cuando bebía, y cigarrillos solo uno en ocasiones...

Gasté mitad del dinero que me habían dejado mis padres en toda esa cantidad de alcohol, pero me daba igual, valía la pena. Estaba a punto de llamar a Ayden para que me ayudara a cargar con todas estas bolsas, pero no se como al final me las pude manejar yo sola.

Caminé lentamente de vuelta, no solo porque quería disfrutar del ambiente de la calle sino que el alcohol pesaba demasiado como para ir más rápido...

Durante el camino pasé por el parque en el que estuve el otro día con Ross, miré hacía el árbol enfrente del pequeño estanque que había y una sonrisa apareció en mi cara, ese era como nuestro sitio, por llamarlo de alguna manera, pero siempre que saliamos, íbamos ahí. Ross era muy especial para mi y el ver que no me había felicitado aún me ponía nerviosa...

Seguí caminando, tenía que darme prisa, la fiesta comenzaba a las nueve, y si aún era muy pronto, pero tenía que ducharme y arreglarme y eso me conllevaba mi tiempo.

De repente, caminando por el sendero del parque vi a una pareja de rubios besándose apasionadamente, el chico incluso metía la mano por debajo de la camiseta, eso me volvió a recordar a Ross, ya se que soy muy pesada hablando sobre él, pero es que estaba preocupada, incluso diría que el chico ese que estaba besando a la chica contra el árbol por detrás me recordaba a Ross, el mismo largo de pelo, la misma espalda, la misma camiseta de rayas que me encantaba de él...

Enseguida me puse nerviosa, no podía ser ¿verdad? Ross no me podía estar engañando...

Me escondí detrás de un árbol, dejando las bolsas en el suelo y me puse a mirar, esperando que la pareja acabara de besarse, el corazón me latía a mil por hora.

Cuando parecía que habían acabado y se le podían ver las caras, apoyé mi espalda contra el árbol en el que estaba escondida y me deslicé hasta el suelo, poniendo mis manos en la cara, y empecé a llorar, no podía creerme que Ross me estuviera engañando y encima el día de mi cumpleaños. No paraba de llorar, seguro que se me había corrido todo el rimel, me negaba a creerme todo esto, pero por desgracia era real, abrí una botella de alcohol, me daba igual que tipo de alcohol era y bebí un gran trago mientras dejaba escapar un sollozo, el licor me quemaba la garganta pero me daba igual.

Cogí las bolsas y llorando me fui a mi casa mientras seguía bebiendo licor. La gente me miraba raro, que les follen.

Nada más entrar a mi habitación cogí un marco de fotos que tenía una foto mía y de Ross y la tiré al suelo haciendo que el cristal se rompiera en mil pedazos, como lo había hecho mi corazón. LO ODIABA, LO ODIABA DEMASIADO, COMO PODÍA HABERME HECHO ESTO.

Cogí la lampara de mi mesita de noche y la rompí contra la pared, dejando escapar un grito. Las lágrimas no paraban de caer por mis ojos, mi sangre hervia, quería matar a Ross por todo esto que me había hecho.

Cogí la botella que abrí anteriormente y volví a beber un enorme trago de licor. En acabar tiré la botella contra el suelo.

Iba a matar a Ross fuera como fuera.

Como matar a tu novio ~Raura {Short story}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora