¿Por Que Tu? (Saori-saga)

solamente Diosa

El día fue largo y como siempre un caballero se encontraba ocupando su pensamiento y es mas, lo trataba de evitar. Ese mismo dia habia solicitado verla para hablar sobre asuntos del suantuario. Y que hiba a ser ella?, sus sentimientos la podrian traicionar un dia de estos. Es que realmente era una mortal tortura. Tenerlo tan cerca y tan lejos a la vez. Pero tenia que hacerlo, no hiba a huir toda su vida. Su vida. Esa palabra le daba tanta gracia. Ella no tenia vida, era apesar de ser Saori Kido. Todo la veia como la reencarnacion de Atena. Su Diosa. La Diosa de la guerra que los guiara. Pero dobse quedaba Saori, y sus sentimientos de ella. Su vida fuera del santuario. Como si fuera divertido estar encerrada en su habitación con el mismo vestido blanco tedioso de siempre. Este tipo de pensamientos hacian que ella soltara un mar de lagrimas. No le gustaba ser una Diosa. Sim embargo estaba con ellos. Por que esa vida no era facil. No le gustaba estar rodeada de muertes a diario. Dioses que amanecian con la idea de conquistar al mundo y dejaban un manto sangriento de una horrible guerra. No lo soportaba.
Escucho que alguien tocaba la puerta de su recamara, penso por un momento que podria ser tatsumi. Pero recordo que el esta en japon. Encargandose de las empresas y negocios. Se puso nerviosa ante la alta probablidad de que era saga. Se sequo rapidamente las lagrimas. Aunque era imposible que nadie lo notara, sus ojos estaban tremendamente rojos e hinchados de tantas lagrimas aflojadas. Aclaro la garganta y hablo.

-quien es?

-soy el patriarca del santuario, mi poderosa Diosa de la sabiduria.

Sin formalismos hubiera bastado "soy saga, saori". No le gustaba como la trataban con mucho formalismo, mucho menos el.

-puedes pasar Saga- hablo con mucha confianza, si quiera lograria que el le hable sin formalismo o tutearla, seria mucho avanze. Aunque veia imposible que la mirara como una mujer a quien amar. Las ilusiones a pesar de todo. Seguian presentes en su cabeza.

Timidamente entro a los aposentos de su joven Diosa. No podia entrar. Era su privacidad, aun asi ella se lo pidio. Y por ella, haria cualquier cosa.

- ¡Oh Poderosa athena! Disculpe el atrevimiento mio de interrumpir sus mas divinos pensamientos- se arrodillo frente a ella con una reverencia tan formal que molesto a Saori. Destestaba que le hablaran asi. Mucho menos él.

-Saga puedes levantarte. No me gusta que me traten con mucho formalismo. Solo dime Saori, ¿si?.

Saga se incorporo lentamente, dudando al principio. Y cuando se encontro con la mirada de ella, pudo notar que tenia una calida mirada que estaba dirigida a él. Todo ese tiempo nunca tuvo el valor de mirar sus ojos por la verguenza que siente. Habrá redimido sus actos pero eso no cambia lo que una vez estuvo a punto de hacer. Matarla. Sin embargo algo lo saco de su trance de auto culpa y arrepentimiento. Era la mirada de ella, la cual se encontraba roja y sus ojos muy hinchados. Si no se equivocara diria que se encontraba llorando.

-¡Diosa Athena, le sucedio algo!- fue mas una afirmación que una pregunta.

-Saga, por favor. Dime saori.

-Señorita Saori, eso ahora no importa, importa su bienestar. Digame se encuentra bien?.

-Saga, me encuentro bien. Si no que extraño mi vida en japon.

-pero su lugar esta aqui, con nosotros.

Saori comprendio que era algo obtuso y seria mejor que le explicara mas a fondo.

-lo se- hizo un ademan para sentarse en un gran sillon al otro lado de la habitación, mientra ella igual lo hacia- solo que no quejo de eso. Bueno si me quejo por que yo no pedi esto- dijo casi otra vez al borde del llanto sorprendiendo a saga quien estaba atónito por aquella confesión.

- Saga no es facil para mi, que cada semana gente inocente luche por mi y luego muera. Desde niños ustedes han sido entrenados duramente, sin tener una familia. Que en vez de jugar, tenian que sobrevivir un dia mas de esos duros entrenamientos. Nunca tuvieron el calor de un hogar.

-ese camino no lo elegimos. Pero sin embargo no estamos arrepentidos por eso mi Diosa. Es un placer servirle.

Fue lo unico que pudo justificar. Era impactante la confesión que le estaba haciendo y es verdad, sus vidas habian sido muy duras. Cada dia era una lucha entre la vida  la muerte. Pero eso no la consolo. Aumento mas su agonia.

- ¿No lo entiendes?, no me gusta que me digan Diosa. Yo anhelo que tos me miren como a una amiga, una hermana, una mu...-midio sus palabras- solo quiero ser Saori Kido.

Las lagrimas ya se hicieron presentes en su rostro. No sabia de por que estaba llorando frente a saga. Solo queria desahogarse con alguien. Sentia q si no lo hacia pronto, hiba a estallar.

Sin embargo el ex caballero de geminis estaba mas que sorprendido. Guardaba mucho dolor aquella jovencita, nadie le dijo que tenia que ser una Diosa, nadie le dijo que hiba a ser facil. En cambio ella siempre supo ocultar bien sus temores y demostro valentia para alentar a sus caballeros. No tenia palabras para consolarla.

-Cada vez que sucede algo en el santuario, tratan de matarme. No sabes como me siento, sabiendo que un dia de estos es definitivo.  estoy siempre entre la vida y la muerte. Y tambien sangre de ustedes mis caballerros se derrama, cuando no tienen la culpa de nada. Mueren en mi nombre- la presion ya era mucha, saori empezo a llorar de nuevo desconsoladamente, poniendo sus finas manos sobre si misma auto-abrazandose.
Saga no sabia que hacer, solo se acerco a ella un poco y trato de apoyar su mano sobre su hombro. Aun dudando de sus acciones, el no vio venir rapidamente como ella se abalanzo a el para seguir descargando esa tristeza que tanto la consumia. Este no sabia que hacer. Ella lo abrazaba como podia, el aun atonito sentia como sus tibias lagrimas bajaban por su hombro. Conmovido la abrazo. Aclamaba tanto su abrazo que se lo concedio. Estaba tan sola. Tan fragil. Tan inestable en este momento. Tenia que hacer algo. Y pronto.