Olías a poesía.
De esas escritas
a las tres de la mañana
con ayuda del humo
de mi cigarro.
Pero pensabas que fumar no era poético,
sino que te agarraba
y destrozaba.
Y estabas tú,
de madrugada,
con tus sonrisas.
Ebrio,
y, como no,
olvidadizo.
Por eso te escribo
a las tres de la mañana,
para que olvides
que te amo;
y que no es el tabaco quien me rompe,
sino tú.
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Crying Season
PoetryHay veces en las que duele tanto que no puedes escribir más de dos versos. Ya son tantas esas veces que merecen un espacio para ellas. NOVELA EN ESPAÑOL Y EN INGLÉS.