Capitulo 6

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Llegué a la ¿casa?... entre y en el comedor encontré a mi madre y a los amigos de Sasori en medio de la cena. Mi madre levantó la vista y me miró preocupada

- Naru... hija ¿qué te ha pasado?

Ya me esperaba esa pregunta así que sólo le dije la mentira que ya tenía preparada.

- Me perdí paseando por el bosque... pero estoy bien

- Que suerte que estés bien y no te hayas encontrado con un rebelde

- Yo no se si fue suerte pero le agradezco su preocupación por mi

- No tienes que agradecerme nada, el deber de un padre es preocuparse por sus hijos, sobre todo si son una hermosa joven como tu

Apreté mis puños tan fuerte que creí que clave mis uñas en mi piel e incluso sentí un líquido recorrer mi piel, ¿como se atrevía a decir que era mi padre?

- Con mucho respeto general... pero usted no es mi padre ni es nada mio así que no vuelva a decir o mencionar que soy su hija

-¡Naru!, No le hables así al general

- Lo siento pero no le dije nada ofensivo

- Ya basta, esta castigada vete a dormir sin cenar

- No crees que ya estoy muy grande para esos castigos madre

-¡Naru!

- Si ya entendí - suspirando - con permiso señores

Me fui a mi cuarto y cerré la puerta con fuerza. Eso era muy frustrante. Ser regañada por mi madre enfrente de ese tipo y además ser besada por Sasuke, sin duda este día es pésimo.
Pero... ¿por qué mi corazón late cuando recuerdo el beso con Sasuke?

Me acerqué a la ventana, no quería estar ahí, tal vez podría ir al laberinto y el fauno me dejaría quedarme ahí. Y si no de todas formas es mejor dormir a la intemperie que ahí.
Tome una cobija y salí por la ventana. Después con cuidado de que nadie me viera me adentre a el laberinto. En donde las hadas me recibieron.

Sasuke

Estaba esperando a Konan para llevar las provisiones con los demás cuando vi que Naru salía por una ventana. Se suponía que no debía salir. La seguí sin que se diera cuenta, al parecer iba al laberinto y no tenía pensado regresar a dormir a su casa.
El fauno no estaba el día de hoy, lo sabía, siempre desaparece el día de la prueba para informarle a el rey el desempeño de Naru. Así que decidí que mis hadas la recibieran.

- Hola hadas, ¿hay alguien aquí aparte de ustedes?

- Si preguntas por el fauno no se encuentra hoy

- Ya veo... y supongo que tu haces de perro guardián cuidando la casa

- De hecho no... estoy aquí por otros razones

- ¿Cuales?

- ¿Te interesa?

- La verdad no - suspirando - ¿no hay problema si me quedo aquí una noche ?

- No. El fauno no se enojará si pasas la noche aquí

Ella se quedó pensativa mirando las hadas que volaban a su alrededor, hasta que una se posó en su mano y ella la admiro con determinación. Y aproveché para hacer lo mismo con ella.
Era increíble que a pesar de que renaciera miles de veces y siempre la volviera a conocer, ella jamás cambiaba y me enamoraba más de ella.

- Sasuke

Demonios. Me descubrió viéndola, sin duda alguna soy un impertinente Todo esto es mi culpa y aún si no cambio.

- Lo del beso de hace rato,... ¿por que me resultó tan familiar?

- No entiendo

- No esperaba que lo hicieras, pero me refería a que sentía que esa no era la primera vez - sonrojada - ¿en mis otras vidas me habías besado?

- De tus vidas pasadas jamas había hecho lo que hice hoy

- ¿Por  que?

- Es que prometí que solo besaría a la verdadera persona a la que amo - viendo a Naru - y creo que esta vez eres la verdadera

- Alto, estas diciendo que tu y yo somos o eramos... ¿novios?

- Hasta que te das cuenta

Me miró a los ojos sorprendida, al parecer no terminaba de creerlo y no me sorprende, esta es la primera vez que ella se da cuenta.
Incluso no me sorprendería que se fuera en este momento y no creyera nada, me recargue en la pared y cerré mis ojos, escuche sus pasos y después sus labios tocaron los míos de forma delicada.
Abrí los ojos y me encontré con su rostro sonrojado, tenía los ojos cerrados y aproveché para pasar mis brazos por su cintura y hacer mas largo el beso y ella pasó los suyos por mi cuello . Después de unos minutos ella se separó  lentamente y se recargo en mi pecho.

- Te creo... con una condición

- ¿Cual?

- Que no me ocultes nada - viéndolo a los ojos - desde ahora

Suspirando - Hay cosas que no puedo decirte, por tu bien

- De acuerdo... me dirás lo necesario que esté relacionado con nosotros.

- Si eso quieres

- Perfecto - separándose - ¿como es el reino subterráneo?

- Lo averiguarás pronto. Debes regresar a la casa del general para que no te enfermes?

- No quiero estar ahí. Odio ese lugar

- Hace demasiado frío aquí y esa cobija no te protegerá del frío completamente. Tienes que volver

- No

- No me obliges a llevarte cargando hasta tu habitación

Sonriendo - Atrevete

- Tu lo pediste

Cargue a Naru y la comencé a llevar hacia aquella maldita casa, cuando llegué a la ventana iba a dejar que ella entrara por ella pero se aferró más a mí.

- Naru, no estoy para juegos

- No quiero estar sola en ese lugar. Quedaté conmigo

- No te porte como una niña, ya eres una joven

- Lloraré si no te quedas

Sin renegar entre con ella a su cuarto y la recosté en su cama. Y me senté en un sofá cerca de la cama y después dirigí mi mirada hacia la ventana y observé el cielo..

Naru

Cuando me recostó en la cama me cubrí con la cobijas y cerré mis ojos tratando de dormir pero no podía, a pesar del sueño no podía dormir. Se que Sasuke miró al principio por la ventana pero ahora sentía su mirada en mi y eso no me dejaba dormir

- ¿Cuanto tiempo vas a seguir haciéndote la dormida?

- El que sea necesario para que duermas conmigo,?

- Eres una mimada.

Él suspiró y se acostó a mi lado, si es verdad lo que me han dicho hasta el momento. Yo necesito a este Teme para vivir, es alguien muy importante para mí.
Y no quiero perderlo de nuevo, así que me aferre a él con un abrazo y me recosté en su pecho.

- Te juro que está vez volveremos, estoy segura, Sasuke
- Tal vez.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2018 ⏰

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EDITANDO El laberinto del fauno (versión Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora