ATARDECER EN EL CIELO

Mar de silencio.

Hay momentos en los que me pongo a pensar,
En cuando te tenía,
En cuando te besaba,
En cuando tu amor me correspondía a mí,
A mí y a nadie más.

Hay momentos como aquellos,
En los que de un suspiro me echo a morir.
¡¿Por qué no luché cuando te marchabas?!
¡¿Por qué lamento tanto el no tenerte aquí?!
¡Dime! ¡Dime porqué no lo puedo evitar!

Soporté tu partida,
Para ser sinceros, la única que ha dolido,
¡Y como maldigo el haberme callado!
¡Como maldigo el no decirte que te quería aquí!

No sé si estos versos son producto del alcohol
O si mas bien lo son de la desesperación,
Pero por el vodka en mi mano
Te juro que aplico mi razón.

Quizá me faltó valor de momento,
Quizá me faltó el detenerte ahí,
Quizá me faltó el decir "quedate",
Quizá me faltó sólo un beso
Para mantenerte junto a mí.

Aún no comprendo como demonios
Con el dolor del adiós la dejé partir
¡Malditos demonios!
¡Maldita promesa la de no llorar cuando partieras!
¡Maldita promesa la de intentar ser feliz!

¡Lo intenté demonios!
No imaginas cuanto lo intenté,
Pero terminaba ahogandome en la música,
Pero terminaba en un mar,
En un mar de silencio del cual nunca saldré.

He vivido noches interminables de llanto,
Pidiendo a Dios que vuelvas,
Pidiendo que un día abra la puerta
Y poder verte a ti.

¡Fatídico el día en que te marchaste
Y el blanco de mis paredes se tiñó de sangre!
¡Fatídico el día que te marchaste
Y a pesar de estar vivo, sentí morir!

Maldigo cada segundo desde que te fuiste,
Cada día que pasa lento ante mí,
Cada mes sin tu presencia
Ahogándome más y más en un océano sin fin.