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Veo tu cabello caer
Tan dulcemente hasta tus hombros
Y aunque no puedo desviar la mirada de el
Tampoco puedo dejar de apreciar
Aquellos hermosos ojos
Que en sólo un segundo me volvieron loco.

¡Tu rostro! ¡Oh, tu rostro!
Cuántos suspiros me arrebató en un segundo,
Cuántas sonrisas me nacieron
Con que tan sólo aparecieras.

No entiendo como es que lo hiciste
Pero sólo con tu mirar
Erradicaste todo lo triste.

Tal vez no sepa nada de ti,
Pero aun así sé que te quiero,
Que también quiero tocar tu cabello
Y ¡por amor a Dios!
Quiero probar tus besos.

Cuan dulce se ve tu sonrisa,
Cuan feliz me hace que me oigas
Y, por sobre todo,
Cuan feliz me hace que me abraces
Mientras te acercas a mi boca.

ATARDECER EN EL CIELO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora