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Ya habían pasado seis años desde el nacimiento de la pequeña Mitsuri, la niña se encontraba caminando por las calles de Sunagakure,sola, siendo lo que alguna vez Gaara fue, conocida como Sabaku no Mitsuri, la niña que era igual a Gaara, la copia de el, o simplemente la asesina de sunagakure.

Ella caminaba sin rumbo alguno, pero sentía la presencia de la persona que mas odiaba, la persona que le había quitado su vida normal, su padre.

—debes volver a casa— hablo la voz seria de Gaara.

—dejame sola— hablo ella de forma fría.

—no me obligues a llevarte a casa a la fuerza— habló Gaara mirándola, mientras ella aun caminaba siguiendo de largo al pasar al lado de el.

—dije que me dejes sola— hablo nuevamente, Gaara fruncio el ceño pero decidió ignorar su pedido, llevándola a casa, para después encerrarla en su cuarto, Gaara empezó a caminar encontrándose con sus dos sobrinas, Sofia,  la hija de Kankuro de siente años y Emilia,  la hija de Temari de ocho años, el las miro.

—¿por que encerraste a  Nuestra prima?— hablo Sofia.

—es para asegurarme de que no lastime a nadie— hablo Gaara caminando, dejándolas allí.

—tenemos que sacarla— hablo Emilia, Sofia asintió, en la hora de la cena, Sofia antes de bajar a cenar, robo la llave que tenia Gaara en si cuarto, para luego bajar y sentarse, le dio la llave a su prima Emilia, quien le susurro algo a su prima Kira, de tan solo siente años, ella asintió.

—permiso— habló Kira. —voy al baño— volvio a decir la pequeña, para bajarse de la silla y correr pero desviar su camino hacia el tercer piso, donde estaba su hermana pequeña, para abrir la puerta de forma algo dificultosa, pero lográndolo. —¿mitsuri?— pregunto Kira.

—¿que quieres?— pregunto de forma seria y fría su pequeña hemana.

—baja a cenar— respondió ella.

—¿el te dijo que me dejaras salir?— pregunto la menor.

—no, la idea de ayudarte fue de Sofia y Emilia, yo quise ayudar por que eres mi hermana— hablo Kira, la pelirroja  la miraba desde la esquina, su hermana mayor simplemente le extendió la mano y Mitsuri, la tomo, saliendo del cuarto para bajar e ir a la sala, Gaara al ver a Mitsuri quien se trepaba a la silla para sentarse, miro a sus sobrinas, estas sonrieron nerviosas, suspiro y siguió comiendo.

gracias..— hablo Mitsuri sin mirar a sus primas, Gaara, Matsuri, Temari, Shikamaru, Kankuro y Sari, simplemente se quedaron mirándola, Mitsuri nunca había dicho gracias desde que paso lo que paso nunca había agradecido nada.

—de nada Mitsuri— respondió Sofia.

—cada problema que tengas cuenta con nosotras, no dejaremos que nada te pase— hablo Emilia.

—quiero..quiero pedirles perdón a los shinobi que herí— hablo Mitsuri nuevamente, mirando su comida.

—¡yo iré contigo!— grito la pequeña sofia. —¡y si no te perdonan se las verán con mi marioneta!— grito nuevamente la niña, al terminar de cenar las dos niñas salieron hacia las casa de aquellos shinobi, mientras Gaara y los demás se quedaban en la.
mesa.

Mitsuri habría pedido perdón, pero a cambio solo la llamaron "monstruo" su prima mayor frunció el ceño, tomándola del hombro para llevarla  a casa, caminaron juntas pero lo que su prima mayor no sabía, era que esa noche, el odio en ella creció.

[...]

Seis años después, una Mitsuri de doce años se encontraba entrenando, ella ya se había convertido en chunnin, pero quería ser jounin, ¿por que? Por que quería enseñar, quería poder ayudar y que la gente de suna pueda confiar en ella,si, en su pasado habría matado, pero se arrepentía de ello, Mitsuri sabia que ella no había tenido la culpa de nada, todo fue culpa de su padre y de la antipatía de la aldea, ella había pedido perdón pero, si los aldeanos no podían ponerse en sus  zapatos, la joven no podría hacer nada.

—¡Mitsuri!— grito su prima, con ya trece años, ella dejo la arena que habría levantado, y la miro, jadeando un poco. —el consejo quiere hablar contigo— volvió a hablar, Mitsuri, asintió y camino hacia el edificio para luego ir a la sala de reuniones, entro siendo vista por todos lo que allí estaban, inclusive su padre.

—¿Que quieren?— pregunto la pelirroja, mirándolos.

—toma asiento—habló un anciano, ella tomo asiento cerca de su padre. —hemos estado pensando que tal vez tu seas una buena candidata, para ser la próxima kazekage— volvió a hablar el anciano, Mitsuri lo miraba, atónita.

—¿la próxima Kazekage?¿yo?— pregunto ella.

—así es, creímos que seria lo mejor, por eso mismo, hemos decidido que
Cuando cumplas dieciséis seras
La Kazekage— hablo otro anciano, dejándola confundida, pero su expresión era sería, miro a su padre y luego se paro.

—ustedes mismo trataron de desterrarme y ahora dicen que seré la próxima kazekage— hablo Mitsuri, frunciendo el ceño. —ustedes trataron de matarme, ustedes dijeron que debía de llevar un demonio dentro, obligaron a mi padre y obligaron a mi madre, me obligaron a mi a ser una jinchuriki, yo no seré una marioneta la cual van a manejar— finalizo, mirándolos.

—también fue mi desición— hablo el kazekage, Mirando a Mitsuri, esta le devolvió la mirada.

—no creo poder estar lista, media aldea me odia, la juventud de esta aldea es resentida, no se olvida—habló Mitsuri.

—recuerda la historia de tu padre, fue temido, odiado, pero logro ser respetado— hablo un anciano. —sigue su historia— finalizó.

—ese es el problema, yo no soy mi  padre como para rehacer su historia y la siga— dijo ella, dejando en silenció a todos, y a su padre mirándola, ella se paró y se fue de ahí.

—¿esta seguro de esto, Kazekage?— hablo otro anciano.

—si— habló.

—entonces, aquí se termina la sesión— habló baki mirando a una joven de cabellos castaños claros y ojos negros, ella asintió y se fue.

El kazekage se levanto y se fue a la terraza, encontrándose con Mitsuri, esta no lo miro, ya que ella miraba la aldea.

—¿cuando serán los próximos exámenes? Quiero poder ser una maestra para alguien— hablo,  Gaara formo una pequeña mueca y asintió.

—los exámenes son en menos de un mes—  respondió el kazekage. —buena suerte—

La Princesa Del DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora