Cuando algo malo pasa, parece que el tiempo corriera de una manera más lenta, como si todo lo que vivieramos, pasara en camara lenta, como si fueramos a otro ritmo, como si no estuvieramos en el mundo real, sino en uno paralelo, uno más personal, más solitario, más complicado, y más dificil de recorrer.
Cuando recibimos una mala noticia, el reloj deja de ir tan rápido, el segundero apenas se mueve, mientras vemos como todos corren a nuestro alrededor, nosotros tardamos en asimilar dicha noticia, intentamos creer que no es verdad, aún sabiendo que es imposible, que pasó, y ya no hay vuelta atras.
Sin embargo, cuando todo en nuestro entorno son buenas noticias, buenos deseos, felicidad, nuestro mundo parece correr, como si todo lo que estamos vivendo se estuviera por acabar pronto, como si tuvieramos que hacer todo a las apuradas, para aprovechar el tiempo, porque se nos escurre por los dedos cada segundo del día.
¿Porqué será eso? ¿porqué dirán que los momentos lindos son los que menos duran?
¿No será que nuestro inconciente nos juega en contra y nos lleva a un ritmo lento cuando tenemos malos momentos, para que podamos buscar soluciones, para que intentemos desahogarnos, para que logremos llorar en paz?
¿No será que cuando disfrutamos, el tiempo se nos va por el simple hecho de que no lo medimos?
