Una Mexicana en Diabolik Lovers

Malentendidos y aburrimiento.

Me desperté algo molesta, porque me daba el sol en toda la cara, pero aun así, era un sol tenue. Era alrededor del tiempo que solía ocultarse el sol para darle el paso a la noche. Pero yo seguía molesta porque me daba un rayo directo en el ojo así que medio dormida intentando volver a dormir berrinche.

— ahh.. puto sol, QUE SE MATEEE!. no mame es muy temprano!

Es entonces que me doy cuenta de algo muy peculiar: no llevaba la misma ropa que ayer!.  me quede anonadada y asustada, me observe y  llevaba una bata de dormir de tirantes y un poco ajustada de desde mi pecho hasta mi cintura y la falda holgada y larga por debajo de las rodillas.

de seguro el pleve en celo me cambio. Adiós a mi santidad.

— ya vali. —dije algo triste y preocupada. 

—entristecerte no te servirá de nada bitch-chan.

Sorprendida levante la vista, Raito estaba sentado a la orilla izquierda de la cama, a al menos un metro de distancia.

— te ves muy sexy en esa bata y emites un delicioso aroma. ¿Estas tratando de seducirme... bitch-chan?

— Muchasgracias, estúpido 

—nfu~ 

Raito dejo salir una leve sonrisa y se fue acercando hacia mí. Antes de llegar a donde yo estaba sentada Ayato lo empujo del brazo hacia un lado para que no siguiera avanzando y llegara hasta mí.

— oye! No debes tocar lo de ore-sama sin su permiso.—interrumpió Ayato, creo que hasta ahora no había estado tan feliz de verlo.

— Ayato-kun, no seas tan duro...

—Cállate, ella es mía.

— Hola pinche putita... jajajajajajajaja

— ustedes tres! Van a llegar tarde.

— Tsk, no tu de nuevo Reiji.

— y eso que me estaba divirtiendo... que aburrido Ayato

—tú también necesitas cambiarte.

—para qué?

— no es obvio?, vas a la escuela.

— nocturna?... 

— si no tienes objeciones es más fácil para mí, pero, mientras vivas en la mansión Sakamaki, deberás adaptarte a nuestro estilo de vida.

—si, si,  mamá Reiji...

—si tienes alguna queja, eres bienvenida a salir en cualquier momento.

pero ustedes me dijeron que si intentaba salir me iban a matar. aparte de raros, olvidadizos las perras.

Después de darme esa advertencia desapareció del cuarto, mire una puerta junto a la cama y preguntándome si era el baño, resulto ser la puerta para salir de la habitación donde estaba afuera Ayato.

—no te has cambiado todavía? Si quieres ore-sama te puede ayudar con eso.

—no, mi ciela

Le cerré la puerta en la cara después de su comentario. Suspire, me cambie, baje al vestíbulo y subí a la limusina que iba en camino a mi nuevo colegio.

Estando en la limusina me le quede observando a los hermanos, primero a Reiji que se veía muy concentrado leyendo un libro, Subaru en la misma posición que cuando subió: con brazos cruzados y ojos cerrados, Raito con la vista perdida sin percatarse de que lo observaba, Kanato hablando con su Teddy ( okey...), Shuu dormido, que raro, luego de mirarlo Ayato se acerca curioso y pregunta.