Sayonara

1.2K 91 9
                                    

Hola, traigo una pequeña historia. ¿One-shot? Eso dependerá de ustedes.

Disclairmer: Los personajes no me pertenecen, sino a Tite Kubo, yo solo los uso con fines de entretenimiento, la historia es completamente mía.

Cobarde, me digo internamente, cobarde por dejar que todo esto pasara. Estoy en mi habitación, rodeada de mujeres que no conozco, viendo a través del espejo como están transformándome en algo que no soy, algo que jamás soñaría con ser, ahora sé cómo se sienten las mariposas cuando son atrapadas para ser admiradas, hermosas pero sin alas.

Tanto que me había costado dejar atrás mi pasado doloroso para poder crecer, para poder demostrar que soy algo más que una simple chica callejera que había sido adoptada por la nobleza, tanto que me esforcé para que me reconocieran por ser solo Rukia, la shinigami, la Teniente del 13° escuadrón, no por ser una Kuchiki. ¿Por qué ahora me estoy rindiendo? ¿Por qué cuando había luchado tanto? Simple, porque la persona que me ayudo a luchar, la que me enseñó a seguir adelante, esa persona, se había rendido, cobarde, como yo, tal vez por eso es que éramos tal para cual, justo como Renji me lo grito cuando vino a pedir explicaciones del porque había tomado esta decisión, desde entonces, no me ha dirigido la palabra.

Ahora siento como ellas me observan, igual es porque puedo observar, a través del espejo, su mirada de completa admiración y alegría por su gran obra de arte, lástima que no puedo compartir esa alegría. Todas hacen una reverencia, me anuncian que mi hermano vendrá por mí cuando todo esté listo y al final se marchan dejándome encerrada entre esas cuatro paredes, a la espera de llevarme a otro encierro, esta vez, para siempre.

Me veo fijamente a través del espejo de nuevo, soy consciente de que mis ojos ya no demuestran el mismo brillo de antes, como cuando aún podía verme a través de tus ojos, esos hermosos ojos color ocre. Siento mis ojos arder, como siempre me pasa cada vez que pienso en ti, muerdo mi labio inferior intentando contener mis lágrimas, a pesar de todo, no quiero arruinar lo que aquellas mujeres hicieron en mi con tanto trabajo, pero es difícil, tanto tiempo conteniéndome, tanto tiempo fingiendo, pero resisto y las mantengo en su lugar.

¿Cuánto ha pasado ya sin verte? Conozco la respuesta, era un año, un año ya había pasado desde aquello, desde que yo te dije adiós definitivamente.

Habían pasado un poco más de 5 años ya desde la desgarradora guerra con los Quincy, ya todo estaba en paz, las cosas habían vuelto a la normalidad por completo. Seguía desempeñando mi papel como teniente del 13° escuadrón y tú seguías siendo shinigami sustituto, seguíamos discutiendo por cualquier cosa, yo te golpeaba por cualquier cosa que hacías para sacarme de quicio, pero sabíamos que algo había cambiado entre nosotros con el paso del tiempo.

Porque a pesar de ya estar en la universidad y en una facultad tan demandante como era la medicina, seguías viniendo a la Sociedad de Almas, procurabas o más bien me obligabas a comer, entrenábamos juntos e incluso, varias veces, te quedabas hasta que yo terminaba mis informes y me acompañabas a casa, entre discusiones sin sentido o conversaciones amenas. O en caso contrario, era yo la que iba a verte, siendo la encargada de acabar con los Hollows cuando debías estudiar para algún examen, cocinaba para ti cuando no tenías tiempo, limpiaba tu pequeño departamento, y cuando estabas libre, volvíamos a discutir para luego después, conversar de nuestro día como si nada, hasta hubo una que otra noche que nos quedábamos dormidos en el sofá sin darnos cuenta, y sentía que eso estaba bien, sentíamos que así éramos nosotros.

Renji siempre me decía que lo nuestro se parecía a una de esas relaciones que vio en una película, una relación a distancia, tuve que decirle que me mostrara dicha cosa para saber a qué se refería y mi rostro se puso completamente rojo, y termine golpeándolo y negándolo por completo, pero en el fondo sabía que tenía razón, sin darnos cuenta, nos habíamos convertido en algo más que amigos pero menos que amantes, pero con eso yo era feliz.

CobardesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora