☽ Parálisis ☾ « Yungi »

I

Mingi, el novio de Yunho, había fallecido hace unas semanas. Su muerte era demasiado reciente, no podía dejar de pensar en él.

Lo soñaba a diario en aterradoras pesadillas donde él moría, siempre de distintas maneras, pero todas igual de trágicas y dolorosas.

Despertar llorando por las horribles imágenes que producía su mente lo hacía sentirse aún peor. Quería superar a su amado, recordarlo con cariño, pero no podía. Cada día lo recordaba de manera horrorosa y lúgubre.

Deseaba seguir viéndolo, pero no de esa manera.
Y la tristeza no sólo estaba presente durante las mañanas, sino también después de medio día. El dolor no se esfumaba, se hacía cada vez más grande.

Cuando Mingi estaba vivo, les gustaba recordar juntos su primera cita, riendo y haciendo bromas al respecto. Reír a su lado era lo mejor del mundo.

En el fondo, sabía que él jamás regresaría. Estaba consciente de su muerte.

A pesar de ello, recordar los momentos felices a su lado le hacían sentir una falsa esperanza de reencontrarse con él.

¿Cómo olvidar su primera cita?

Aunque él ya no estuviese a su lado para recordarla juntos, le hacía bien pensar en ello. Reír solo y enternecerse por los dulces recuerdos.

Fueron al cine con la intención de ver una película, aunque estuvieron besándose durante la función y no prestaron atención. Comieron palomitas y metieron dulces por debajo de sus prendas.

Al terminar la función, Mingi lo invitó a un centro de juegos que quedaba cerca de su casa. Pasaron el resto de la tarde jugando hockey de mesa y batallas de baile. Realmente fue un día divertido para ambos. Uno que nunca podrían olvidar.

Yunho se sentía desesperado por reencontrarse con su amado. Quería morir también.

Ya había idealizado toda una vida a su lado, su estabilidad emocional dependía completamente de él. ¿Qué haría ahora que ya no está?

Todos sus planes, sueños y metas se derrumbaron. Ya no tenía razones para seguir viviendo.

El sentimiento de soledad ya se había vuelto inherente a él. La tristeza y la melancolía eran algo característico en su persona.

Durante las noches, escuchar las canciones que se habían dedicado le daba un poco de calma. Lloraba mientras las escuchaba, pero le ayudaban a recordarlo con amor.