Dark Souls: La Llama de la Esperanza

El Oscuro Despertar

Aún no es el momento de reunirte conmigo... Tu verdadero viaje comienza ahora, Gyllian.

¿Qué es este lugar...?

¿Qué hago aquí...?

¿¡Q-Quién habla!?

Esas palabras... de dónde provienen...

Resuenan directamente en mi cabeza...

¿Cómo es posible?

¿Quién eres? ¿Cómo conoces mi nombre...? Mi verdadero nombre... Acaso...

No... No puede ser...

Está todo muy oscuro, mis ojos no están acostumbrados a tan poca luminosidad, me tomará un tiempo adaptarme...

No alcanzo a distinguir nada en la distancia, ni cerca de mí, soy incapaz de ver mis propias manos...

La boca me sabe a... ¿Podrido...?

El aire que circula por ella huele a muerte, como si fuese la primera vez que la abro tras siglos cerrada...

Mis músculos están rígidos... Me noto más liviano... Como si estuviese vacío por dentro... Hueco...

¿¡Mi... Mi corazón... no late!?

¿Acaso no estoy vivo...? Pero qué estoy diciendo...

Al buscar latido me doy cuenta de que parece como si unas raíces salieran de lo más profundo de mi pecho... Creo que estoy empezando a delirar...

Noto mi cuerpo débil...

No puedo levantarme...

Solamente soy capaz de mover los brazos de forma torpe...

Intento articular palabra... Pero lo máximo que consigo es soltar un leve gemido desprovisto de fuerza...

Ese sabor vuelve a mi boca...

Tengo que salir de aquí...

Si es que existe una salida...

Si es que logro recobrar el control sobre mi cuerpo...

He conseguido que mis piernas reaccionen...

Poco a poco recupero movimiento, pero a un ritmo muy lento...

Siento como si volviese a nacer...

Como si este no fuese mi cuerpo...

Como si tuviese que adaptarme a él...

¿Qué es lo que me ocurre?

Escucho pasos... pero... qué extraño, parece que provienen de arriba...

¿Hay alguien por aquí?

¿...Luz...?

¿¡Esto es una celda!?

Consigo mover el cuello... Quiero dirigir la mirada hacia esa luz... Quiero descubrir de dónde proviene...

Distingo una figura... ¿Una silueta de... un casco? ¿Es eso ... un casco? Un caballero... Tengo que llamar su atención...

¡AYUDA...!

Mi voz jamás alcanzará sus oídos, la impotencia me invade... Ni yo mismo puedo oír mi llanto...

Quiero gritar, maldita sea...

¿Qué es esto? ¿Se ha caído y desplomado en el suelo...?

No... Él sigue ahí, mirándome...