Sin sentimientos

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Adam

Había terminado mi turno en el hospital, llevaba conmigo mi suministro de sangre, eran ya como las tres de la mañana, las calles estaban solas, decidí caminar no tenía prisas por llegar a mi casa.

Llegue en 15 minutos estaba relajado, caminar me despejaba la mente. Entre a mi apartamento, encendí la luz de la sala y fui a la cocina a guardar las bolsas de sangre, me bebí una e hiso que se me calmara un poco la sed.

Me di una ducha y luego me fui a la cama, cerré los ojos y deje mi mente en blanco, no es que pudiera dormir y eso, pero si podía relajarme desconectarme de todo y descansar mi mente. Estuve así durante una hora hasta que empecé a escuchar unos gritos. Era una chica estaba corriendo, la perseguía alguien no podía ver muy bien quien era pues la chica pensaba muchas cosas en ese momento y su mente me mostraba distintas imágenes, me concentre en sus gritos y no estaba muy lejos a unos 20 minutos de mi casa pero me sería fácil llegar ahí en menos de un segundo, tenía que ver que era lo que estaba pasando.

Llegue justo en el momento donde la estaba atacando una chica, pude ver bien que era un vampiro tenía sus dientes pegados a su cuello succionaba y succionaba sangre espere unos segundos a ver si se detenía pero no lo hizo así que decidí actuar.

La retire bruscamente del cuello de la chica selle su herida para evitar que siguiera sangrando, la mire a los ojos he hice que me miraba, le dije que saliera corriendo y que se olvidara de lo que había pasado esta noche, ella me hiso caso y corrió. La otra chica no había alcanzado a huir la había tirado tan fuerte que se había golpeado la cabeza, tenía los ojos tintados de rojos y me gruñía.

-Estuviste a punto de matarla- la mire desafiante acercándome cada vez más a ella, la tome del cuello y la alce- acaso no pensabas detenerte?- me miro y me lanzo otro gruñido se soltó de mi agarre y empezó a correr- yo que tu no correría tanto, sabes que te alcanzare- le dije solo en un susurro, pues sabía que alcanzaría a escucharme, se detuvo y me miro desde la otra esquina y me sonrió.

-Juguemos- y salió a correr

No tenía ganas de jugar con un vampiro, así que no le di tiempo de alejarse, la agarre del cuello y la empuje contra la pared.

-Es que acaso quieres morir?- ella alzo el rostro y me miro a los ojos.

-Si es lo que quiero- me dijo casi en un susurro.

-Y porque quieres morir?- su mirada se había desviado de la mía y ahora solo veía en su mente aquel vampiro al cual había matado hace poco, vi lo mucho que lo amaba, y todo lo que vivieron juntos.- no puedo matarte, no has cometido ninguna falta he alcanzado a llegar a tiempo.

-Si puedes- de nuevo me miro a los ojos y dijo estas palabras con tono suplicante- mátame.

La mire por un momento, entendía su dolor así que no le di más vueltas al asunto y cumplí lo que me pedía, inyecte ese líquido en su corazón así moriría al instante, su cuerpo se relajó y murió. Tenía que deshacerme del cuerpo, no había tenido ningún motivo por el cual matarla y dejar la evidencia de su cuerpo, así que podía cremar su cuerpo. Termine de hacer todo eso y me fui a mi departamento al entrar sentí que alguien había estado ahí, respire profundo y antes de que pudiera reconocer el olor alguien me agarro del cuello por la espalda.

-Tranquilo hermanito soy yo Esteban- decía una voz conocida para mí, me soltó y me dio un abrazo.

-Que haces aquí?- le dije un tanto molesto

-Yo también me alegro de verte- me dijo a la vez que alzaba las manos en modo de protesta, fue y se sentó en el sofá de la sala he hizo señas para que yo también hiciera lo mismo.

-No es que no me alegre de verte, pero hace ya 22 años que no nos vemos- me senté justo al frente de él.

-Con más razón aun- me sonrió- veo que estas bien.

-Si ya lo has comprobado por ti mismo ahora puedes irte- le dije señalando la puerta.

-Tranquilo ya me iré- cambio su expresión y su rostro cambio a ponerse por completo tieso y serio- pero antes debo hablar contigo.

-Que ha pasado?- dije en un tono un poco preocupado y a la vez sin intereses alguno.

-Lo que acabas de hacer ahora con esa chica vampiro- se detuvo un momento y empezó a negar con la cabeza- no estuvo bien Adam, no debiste matarla no había ningún motivo para hacerlo, sabes que si se esteran de esto los superiores te castigaran y yo no podré hacer nada.

-No necesito que me cuides- me levante del asiento- y si has venido solo a darme sermones puedes irte, además lo hice porque ella me lo pidió.

-No tenías ningún derecho a matarla así y lo sabes, tenía opciones y pudiste habérselas dado- puso esa cara que tanto odiaba, esa que ponía cuando se sentía decepcionado por mí.

-No pongas esa maldita cara, me lo pidió y lo hice- empecé a caminar de un lado para otro- sufría lo vi ya no quería vivir solo le di lo que quería- me detuve y lo mire- era lo mismo que yo quería cuando paso lo de Nathalia- me senté, Esteban no dijo nada durante un largo tiempo.

Nos quedamos en silencio durante bastante tiempo. Nathalia era mi prometida, era una vampiro. Yo era un vigilante en ese tiempo, una noche estaba fuera del país, ella estaba paseando y se encontró con un vigilante que la mato, nadie sabe quién pudo a ver sido pero se rumoreaba que era el mismo que había matado a mi creador, esa noche al enterarme de su muerte había acudido a los superiores para que me mataran pero ellos me lo habían negado, me habían alentado a que siguiera con mi vida por llamarlo así, y que buscara venganza. Tenía razón mi hermano ella también tenía opciones podía a ver alentado en ella las ganas de venganza aunque ella supiera de sobra que no podía hacer nada contra mí, después de un tiempo olvidaría la sed de venganza y vería que no valía la pena morir. Pero yo no le di opciones me comporte como el monstruo que era, ese ser sin sentimientos que no le importaba nada.

-Sigo siendo un monstruo- dije para mí mismo pero mi hermano me escucho- yo… pensaba que tenía sentimientos, pero no…

-Vamos Adam no digas eso, ha sido solo un error- me decía mi hermano mientras me colocaba una mano en mi hombro.

-No necesito tu consuelo- aparte su mano de mi hombro y me levante bruscamente de mi asiento- a eso has venido a recordarme que sigo siendo un monstruo- mi hermano puso los ojos en blanco- pues espero que hayas quedado satisfecho, ahora vete.

-No he venido a eso Adam, he venido a ver como estabas- se acercó a mí y volvió a posar su mano en mi hombro- hace mucho tiempo que dejaste de ser un monstruo y que ahora hayas cometido un error no te hace serlo- se detuvo un momento y luego agrego- yo solo he venido a ver como estabas, debía de venir y hablar contigo y hacerte ver el error que habías cometido, sé que si no lo hubiera hecho me lo habrías reprochado en un futuro.- asentí ante ese hecho, luego me dio un abrazo y se fue.

Frozen FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora