Me da miedo despertar a la una, dos y tres de la mañana. Mirar a mi lado y que no estés conmigo aquí en la cama.
Por eso cuando despierto a esas horas tomo tu mano, te acerco a mi pecho y pienso -soy un hombre con suerte, bailo la vida con la muchacha más linda del mundo-
Y a la mañana siguiente cuando veo que no estás, pero huelo los huevos revueltos y el café con dos de azúcar que preparaste para desayunar, se me dibuja una sonrisa en el rostro, la primera del día, y el miedo de de la noche anterior se va.
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Ordenando las Palabras
PoetryShhh... el silencio también es poesía #8 en poesía 19-06-16