¿Para qué preocuparme?

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Me gozo en ti señor que eres mi consuelo. Estas palabras resuenan en mi corazón, son gozo y paz a mi alma angustiada.
¿Para qué preocuparme?
Tu estas conmigo y eso me basta.
Aunque mi corazón y mis pensamientos no son completamente tuyos, me llevan a ti... una y otra vez, pues, tu me has elegido y a ti te pertenezco.
Quiero habitar en tu casa eternamente, llevame contigo y muestrame tu amor, quiero enamorarme mas de ti.
Aquí me encuentro Buscándote en el silencio de este nuevo amanecer.
Gracias por la belleza que irradia este lugar, por tus maravillas.
Gracias por tu amor y tu ternura

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