CAPÍTULO 2

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VIOLETTE SWAN

Ha sido difícil acomodarnos en el auto puesto que Camila peleaba con April por querer sentarse al lado de la ventana y esta no la dejaba. Leonardo no paraba de burlarse por el comportamiento de Camila, a veces suele ser un poco aniñada. A sido muy gracioso despedirse de Nícolas, ya que a April no dejaba de brillarle los ojos cada vez que lo miraba.

Cuando estábamos en camino, vimos muchas ambulancias y periodistas, de pronto sentí ganas de bajarme del auto y ver qué es lo que pasaba. De no ser por las lunas polarizadas del vehículo, se notaría mi cara de entusiasmo.

- ¿Qué habrá pasado? – preguntó Shiara.

-No lo sé, pero pronto lo sabremos– Camila abrió la puerta del auto, me cogió de la muñeca y me jaló hasta la entrada del instituto.

-¡¡Chicas qué hacen están locas!! – gritó April saliendo del auto.

- ¡No lo sé, pero parece que Camila sí! – fueron mis últimas palabras antes de entrar al instituto.

Habías muchos periodistas, todos contra el director del instituto tratando de encontrar el "por qué". Pero solo ponían nervioso al director sin saber que responder

-Por ahora no vamos a dar explicaciones, ya tenemos a personas investigando este problema–dijo el director ante las cámaras por favor retírense.

Sé que esto no me va a detener, necesito llegar al fondo de esto. Camila me jala hacia un aula del instituto, es el laboratorio de ciencias, estaba rodeado con la cinta de precaución, las sustancias químicas estaban regadas por el suelo de hormigón.

Camila me llamó y se dirigió a una especie de almacén, olía a podido, en el suelo habían manchas de sangre y algunos coágulos que aún se encontraban ahí.

-Ya se han llevado el cuerpo– dijo Cami inspeccionando el lugar como si fuera a encontrar algo.

-No me digas...– contestó April, no me había dado cuenta de su presencia hasta hace unos segundos.

-Están demasiado locas– intervino Leonardo, pero de pronto su mirada cambio y se puso a inspeccionar el salón. Cada uno siguió por su parte observando el lugar de los hechos, no puedo creer que hayan hecho algo tan macabro como matar a un profesor en el almacén, de pronto algo me sacó de mis pensamientos, era plateado, pero no del todo, estaba cubierto con una especie de bata del laboratorio. No, no puede ser.

Pateé el bulto que estaba en el rincón, mis ojos se llenaron de lágrimas por el dolor que sentí en el dedo pequeño del pie. Cuando Shiara se percató de mi estado se acercó y le señalé aquella bata que aún seguía en el suelo, se acercó hacia ella para cogerlo...

- ¿¡Qué están haciendo aquí?! – saltamos del susto al ver que había un policía en el umbral de la puerta

-No deberían de estar aquí, retírense.

-No se preocupe ya nos vamos– dijo Leonardo y salió sin mirar atrás, pero entonces frenó en seco y cuando vimos el "porque", estaba Nícolas parado en frente de nosotros.

- ¿Qué hacen aquí, chicos? Es peligroso– nos dijo mostrando su sonrisa. April debe de estar babeando.

-Han estado husmeando en el almacén como si tuvieran el permiso de hacerlo, por favor retírense–respondió el policía.

Entonces, cuando salimos de allí vi que Shiara le susurró al oído a Nícolas, no logre escuchar porque Camila me jalaba del brazo para poder salir rápido

- ¿Cogiste la bata? – me dirigí hacia Shiara.

-No, no pude, ni siquiera vi lo que había dentro- lo dijo en un tono de decepción.

-Pero ¿Qué estará haciendo Nícolas ahí? – preguntó April.

-Es lo único en lo que te preocupas ¿No? – dijo Leonardo sarcásticamente. Noté como April se sonrojaba a través del reflejo de la ventana.

- ¿De qué bata hablan? – preguntó Camila.

-La encontramos en una esquina del almacén de bajo de un estante bien oculto– respondió Shiara.

-Cuando lo pateé, mi dedo impactó contra algo muy duro– dije– que habrá podido ser.

-Pueden dejar de hablar de eso, se me enerva la piel– intervino Leonardo mientras manejaba.

-Pues con mayor razón vamos a hablar de eso ¿Chicas donde la dejaron? – dijo April

-Lo dejamos en su mismo lugar, cuando estuve a punto de cogerlo la policía nos sorprendió así que no tuve tiempo– contestó Shiara con decepción.

-Si tanto quieres esa bata, debes regresar y dejar de involucrarnos en esta mierda– gruñó Leonardo poniendo los ojos en blanco.

-Tienes razón– dijo Shiara– debería volver y coger ese bulto

-Yo te acompaño, ¿Alguien más? – preguntó April.

-Carajo– dijo Leonardo– no entienden que podemos meternos en muchos problemas.

-Yo no voy– dije– tengo muchas cosas que hacer y Leonardo tiene razón, puede ser muy peligroso.

-Al fin alguien me hace caso– respondió Leo.

Tal vez Leonardo tenga razón, esto es algo serio, temo por mis amigas, no quiero que les pase algo malo. 

UN CASO SIN RESOLVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora