Y aquí estaba yo, sentada en una incómoda silla de madera en una oscura y fría habitación con mi única compañía de la luz de un rayo de sol que se colaba por aquella rendija de la esquina atada de pies y manos fuertemente, dejando así la posibilidad de cualquier posible movimiento.
No me acuerdo si llevaba aquí apenas horas, días, semanas o incluso meses, lo único claro y que recordaba mi mente era la cara de Lucas la última vez que pude observar su cara, esa cara de angustia y de dolor y como olvidar a mi querido hermano, su cara llena de sufrimiento al ver como se llevaban a su hermana pequeña, la única familia que tenía viva.
Oía pasos fuera, eran tranquilos y silenciosos, esos pasos que ya me he acostumbrado a escuchar en cada tiempo del día según la posición de aquel rayo de sol que me hacía compañía cuando el sol todavía no se ocultaba, esos pasos se acercaban cada vez más rápido y sonaban más dentro de estas cuatro húmedas paredes, mire hacia la puerta, con la ilusión de que fueran Lucas y Álvaro, pero como siempre la desilusión llegaba muy rápido y por ella se asomó Sergio y cerró la puerta a sus espaldas, cogió la silla que se encontraba en la equina pegada a la pared, la puso delante mía y se sentó en silencio y me miró fijamente, se relamió los labios antes de hablar
-¿Vas a seguir sin hablar y sin decir nada?- dijo con cierto cansancio mientras sacudía su pelo y yo le contestaba con mi más puro silencio, que era mi única arma
-Sabes te contare una historia, hace muchos años a decir verdad, había unos padres narcotraficantes con un niño de apenas once años, ya adivinaras quienes eran, y luego había otra familia perfecta decían, dos padres policías con dos adorables hijos, un chico de doce y una chica de once; un día los dos padres de las dos familias estaban relacionadas, las dos tenían dos misiones que cumplir y alcanzada cierta línea estos se cruzarían para jamás volver verse o por lo menos en la tierra claro, una tenía un gran pedido de droga y armas que vender y los otros tenían que parar dicho pedido, al verse cara a cara los cuatro levantaron su pistola, pero la familia primera tuvo la mala suerte de que los otros dispararon más rápido, cayendo los dos padres al suelo desangrándose, con un orificio de bala en su cabeza y mientras los otros se iban con aires de grandeza, un pequeño niño se asomaba en las cajas viendo a sus padres muertos tirados en el suelo, sellando así su sentencia de venganza y yo creo que lo demás ya lo descubriste mirando en mis documentos estúpida niña- dijo mientras se levantaba de la silla y empezaba a dar vueltas en círculos a mi alrededor- la verdad fue fácil estar entre vosotros sin que sospecharais dos pobres ilusos a decir verdad
Se paró delante mía, observándome desde su altura, yo seguía quieta con la mirada al frente sin decir ni una sola palabra lo que pareció molestarle ya que sentí que mi cabeza giraba hacia la derecha y mi mejilla ardía y sentía el típico cosquilleo de cuando te daban, simplemente escupí la sangre que se acumulaba en mi boca y seguía callada con mis pensamientos.
-Podrás seguir todo lo callada que quieras ahora pero dentro de poco hablaras o chillaras de dolor, pero lo harás- dijo mientras dejaba la silla en su sitio y se marchaba por donde había venido oyendo como se cerraba la única puerta de aquel cuarto, el rayo de sol ya se desvanecía por aquella rendija, dándome a entender que otro día mas había pasado aquí, hoy sin tantas visitas que otros días donde me insultaban, pegaban y torturaban horas tras horas, cada vez tenía menos fuerzas para luchar solo me quedaba esperar que vinieran a por mí, pero eso era un milagro demasiado grande para hacerme la ilusión y luego la triste realidad te golpearía en la cara y tendrás que aceptarla, ya que no siempre las historias acaban bien, todavía mantengo la esperanza de que vendrán pero sé que es difícil asi que esperare a escapar o que vengan a por mí, todo sea por salir de estas húmedas cuatro paredes que meencerraban, todos los segundos pasaban lentamente, los segundos parecían horasy las horas años y todo parecía pasar a cámara lenta, desearía tener fuerzapara poder quitarme estas cuerdas e huir por la puerta pero no todo es posible,cuando tenga la mínima oportunidad lo haré mientras me tocara esperar, sola conmis pensamientos y yo, pensando en el último beso de mi Lucas, la última nochejuntos, todo los recuerdos que vivimos... lo único que me mantiene con fuerza eseso, la esperanza de encontrarme con mis seres queridos y buscar la libertadque tanto ansió ahora, desde el momento que me ataron a esta jodida silla y elpensamiento de que cuando levante mi culo de esta, buscare la venganza quetanto tiempo quiero desde que me cogieron, porque nadie se mete conmigo sinllevarse ningún daño, aunque sea solo uno pequeño, pero esto definitivamenteasí no se quedará porque esto solo acaba de empezar para todos, pero sobre todoesto acaba de empezar para mí, mi sufrimiento personal y agonía sobre estasilla y cuatro paredes, aunque tarde o temprano todo esto terminara tanto parabien como para mal.

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Problemática
HumorHola mi nombre es Natalia, pero todos me dicen Señora problemas, ¿la razón?Porque donde haya uno ahí estoy yo. No os empezaré a decir lo típico de como soy porque ya lo hireis descubriendo. Lucas que como lo definiria: un chico arrogante, mujeriego...