Los Mejores

Capítulo 2: La gran decepción

Al día siguiente Lluís les contó que podían coger el tren de la estación para poder viajar por internet. Lluís había hackeado el juego para poder ir a otros juegos y también al buscador de internet Google. Así que fueron hasta la estación para ir a Google para ver lo que había sucedido cuando los guardias arrasaron Barcelona. Se temían lo peor, y así fue. Al llegar a la página principal del buscador de internet pusieron las notícias y vieron que los franceses habían bombardeado todo Catalunya. Al ver eso, sus rostros se pusieron pálidos como la nieve. Lloraron un buen rato hasta que se hartaron y decidieron volver al pueblo del juego.
No sabía porqué pero... no podían regresar. Eso quería decir que la consola se había roto. No sabían qué hacer. Pasaron horas y cuando todos habían perdido la esperanza oyeron un grito:
­ ¡Ehh aquí!­ Gritaba aquella voz.
­ Es un chico ­ exclamó Claudia un poco más contenta.
­ Me llamo Alex ­ dijo aquel chico.
­¡ Nos hemos perdido por internet! ­ gritó Paula desesperada.
Alex era un chico alto con el pelo rizado y negro. Era un poco gordito, pero se le veía buena persona.
Alex les contó que por allí cerca vivían muchos programas que se habían perdido por internet. I que podrían quedarse ahí hasta que lo necesitaran. Ellos le explicaron que no eran programas si no personas. Él se quedó boquiabierto porque odiaba a los humanos. Les dijo que se largaran de allí en aquel momento o si no les metería un virus. Rápidamente se fueron. Corrían sin fin por paginas y paginas de internet hasta que se cansaron y se durmieron.
Al despertarse se encontraron con un antivirus, que les envió de nuevo a la Tierra milagrosamente.
Paula preguntó:
­ ¿Que ha pasado?
Lluís la miró con una cara triste y dijo que la tierra no tenía futuro. Todos se miraron con cara de decepción bajando la mirada hacia el suelo. Però de repente oyeron una voz que decía pato, se escuchó de nuevo. ¡ Era su compañera Duna que había sobrevivido a la guerra. Ahora todos tenían un poco de esperanza ya que cada vez se iban encontrando más gente y podrían ir Japón el único sitio donde quedaban refugiados. Todos cogieron cuatro prendas su móvil y empezaron su viaje.