CAPITULO 62 - Diego.

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*Narra Fiore*

Nada mas abrir los ojos me encontré con Shir, la verdad es que fue algo siniestro pero en esta familia ya no me extraña nada.

- que haces aquí?? - pregunte. Yo estaba como en dos mundos y tenia dos opciones dormir o despertarme y he de decir que si fuera por mi me quedaría durmiendo pero bueno yo soy a la que se le ocurrió la maravillosa idea de irnos así que me tengo que levantar. 

- ya esta todo listo nos vamos. Tiene media hora para vestirte y preparar una mochila con lo que te vayas a llevar - dicho esto, se va y me deja con mi verdadero amor, mi cama la cual ya tengo que abandonar.

Me voy al baño y me miro al espejo, estoy echa un desastre. Mi melena castaña con las puntas moradas esta totalmente despeinada, mi camiseta (de Jesús) gris esta arrugada y no hablemos de la suciedad incrustada en mis lagrimales. Después de asearme me voy de vuelta a mi habitación y me pongo una camiseta negra (de Jesús, ahora que lo pienso bien me pongo muchas camisetas de Jesús) y unos pantalones boyfriend de tiro alto, mis zapatillas y ya. Doy una vuelta por la habitación en busca de mi mochila, cuando la localizo voy a por ella y la vació sobre la cama, no hay mucho solo una botella de agua, una manta y un libro que me lleve de mi casa cuando aun estábamos allí, es mi libro favorito. Recuerdo que mi madre me lo regalo en navidad, me hizo tanta ilusión, ella sabia que deseaba ese libro, desde que lo vi en un Fnac en el centro de Madrid; lo que me llamo la atención fue su nombre: Un cálido beso de verano. Ese libro te enseña a que no necesitamos un amor perfecto sino verdadero. 

Estuve un rato admirando la preciosa portada de aquel libro, que tantos buenos momentos me a ofrecido, pero me toca volver a la realidad, Alex entra en mi habitación.

- enana, estas lista?? - me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja. Se le nota la emoción de emprender una nueva aventura en su rostro. 

- si, ya voy - me limito a decir.

- te esperamos en el coche - yo le contesto con una sonrisas.

Meto de nuevo la manta, la botella de agua y el libro, pero esta vez meto también la poca ropa que aun conservo. Me pongo mi mochila y me voy hacia el coche donde me esperan mis amigos.

- preparados?? - dice Eli desde el asiento del copiloto.

- sii - decimos todos a la vez. Le doy la mano a Jesús y le sonrió.

- todo estará bien - le susurro.

- lo se - me responde con otro susurro.


(...)

El viaje fue algo complicado, hubo momentos en los que en pleno camino nos teníamos que bajar del coche para mover los coches inservible que nos estorbaban en la carretera o parar en bares o gasolineras para buscar provisiones  y cualquier tipo de maquillaje para tapar los pálidos rotros de Alex y Eli, no queremos que la gente se piense que son infectados, por suerte también conseguimos unas lentillas azules para sus ojos. Nos encontramos bastantes zombies, aunque ya no los considerábamos un problema, ya han pasado bastantes meses desde que empezó la infección y hemos aprendido a defendernos, Eli y Alex nos han enseñado trucos para matar a los zombies y Shir nos enseño varias cosas sobre armas. Ya no somos adolescentes, ahora somos adultos y tenemos que ver por nuestras vidas. Por poco lo olvido, Spaik el perrito que encontró Shir también nos ha ayudado bastante en el viaje, Hace unas semanas Shirley nos contó que los zombies no atacan a los perros y gracias a el hemos encontrado suficientes provisiones para una semana, seguro que en el barco es de gran ayuda. Spaik es adorable. 

Situación actual: Jesús y Dani dormidos uno encima de otro, ellos ni en el apocalipsis zombie cambian. Shir esta hablando con Eli y Alex y por ultimo Spaik esta dormido en mis piernas, si tuviera ahora mismo una cámara fotográfica en mis manos no me cansaría de tomarles fotos.

- chicos ya hemos llegado - nos avisa Alex. Shir despierta a los gemelos y yo acaricio a Spaik para que se despierte. Nos bajamos del coche y caminamos hacia el puerto, al cabo de unos 5 minutos llegamos y lo primero que vimos fue un gran barco pesquero 

 y una fila de gente entrando en el había por lo menos unas 20 personas, al principio de la fila había un señor de tez blanca y canoso que tenia una lupa con la que miraba los ojos de todos los que iban a entrar al barco, supongo que para confirma...

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 y una fila de gente entrando en el había por lo menos unas 20 personas, al principio de la fila había un señor de tez blanca y canoso que tenia una lupa con la que miraba los ojos de todos los que iban a entrar al barco, supongo que para confirmar que no sean infectados.

Nos situamos al final de la fila

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Nos situamos al final de la fila. Cuando nos toco a nosotros pasar el señor canoso nos miro los ojos a cada uno (por suerte no tiene ni idea de si son lentillas o no) y se presento.

- hola chicos yo soy el Capitán Diego, un placer conoceros - nos dedico una sonrisa y nosotros se la devolvimos. Observo a los gemelos con cautela y frunzo el ceño - vosotros no sois los Gemeliers??

- sii - contestaron al unisono.

- mi nieta era muy fan vuestra, que pena que pena que haya muerto seguro que le encantaría estar aquí - a tristeza se reflejo en su rostro dejándonos a todos sin palabras - en el barco hay alguien que os va a dar alegría de ver - el señor nos guió hasta el barco y efectivamente los gemelos recibieron una gran sorpresa.


10 votos y 5 comentarios y sigo.

Apocalipsis zombie con ¿Danisu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora