Encuentros inesperados.

Capítulo dos.

El sol ya sale por el este, los pájaros cantan y el ruido de ese despertador suena monótonamente como todas las mañanas.Eric salta de la cama, va al baño se da una ducha de agua fría y va a darle un beso a Rebecca.Cúando entra en la habitación se lleva una terrible sorpresa¿Donde esta Rebecca si solo son las siete y cuarto de la mañana?.El corrió hasta la cocina para salir por la puerta a buscarla,de repente en el salón tumbada con unas enormes ojeras y con muy mal aspecto,allí estaba ella  el se adelanto a ella veloz y le dijo:

-Pero..¿Qué diantres haces aqui?-dijo enfadado-

-Yo..yo.. no puedo dormir no podía parar de pensar esa cosa.. y .. pues me vine aquí-dijo confusa-

-Y dime¿Qué es esa cosa en la que tanto piensas?¿La bronca de tu madre,que nisiquera se porque?

-Exactamente-dijo con la cabeza agachada-

-Lo siento mucho,pero no quiero llegar tarde mi primer día de trabajo,me voy prepárate el desayuno,para las 3 y media estoy aquí pídete algo para comer ahí tienes el teléfono.Un beso.No pienses más en eso.

Lo intentaré.Adiós.

De camino a la revista,Eric estaba muy confuso de que compañeros de trabajo se encontraría¿Serian majos o tal vez demonios?.Estaba delante de la puerta y medio decidido entró.

A la primera que vió fue a una chica pelirroja con unos enormes ojos verdes en la recepción ella le preguntó que si era el nuevo repartidor que fuera llevar esos paquetes a unas cuantas casas, con el tono en que lo dijo no pegaba con su cara de ángel,el pensó que hoy hubiese tenido un día de perros.

Eric cogió la moto y fue a repartir los paquetes y enfadado por el tono en que se lo había dicho se marchó.La chica pelirroja cuyo nombre era Diana pensó para adentro que era un chico muy mono pero iba a ser dura con el y que quizás fuera un yogurin para ella, pues ella tenia 26 años y el tan solo 19 años de edad.Ella no contestaba una llamada pues ella se había enamorado en el profundamente pero el no lo sabrá.

Cuandó llegó de repartir todos los paquetes entró por la puerta y se volvió a encontrar con Diana sus miradas fueron frías.Diana le dijo que tenía que subir arriba a entregarle al direcctor de publicidad una carta.Eric cogió la carta y sin decir una palabra se metió en el ascensor.Subiendo para la tercera planta el pensaba que no había tenido suerte y hasta que no se disculpara la chica pelirroja que es como así la llamaba pues no sabía su nombre no la volvería nio hablar ni a mirar.Cuándo entro por la puerta se encontró a un chico alto con el pelo negro como el azabache y con un cigarro en la mano sentado en una silla de cuero negro.Eric se le quedó mirando pues dentro de la revista no se podía fumar  y el chico saltó de la silla y le dijo:

-Chico,tranquilo esto va a ser un secreto entre tu y yo ¿vale?.Dime ¿esa carta es para mi?-cambio de tema y soltó dos carcajadas-

-Vale,si es para ti.

-Chico,échale sal a la vida.No seas así,se como yo,no seas tímido.Déjamelo encima de la mesa.

-No podría ser como tú,cada uno es diferente.

-Chico savio,-echó una pequeña carcajada-No seas tímido-repitió de nuevo-Tu y yo podríamos ser grandes amigos-dijo interesado por el chico.-Dime jovencito ¿cómo te llamas?.

-Sí,podríamos ser grandes amigos-respondiío aliviado,pues este chico no era como Diana-Mi nombre es Eric y¿ el de usted?.

-Chico porfavor,tutéame somos amigos ¿no?Mi nombre es Gonzalo.

-Bueno como quieras-dijo marcándo la s-Bueno Gonza¿te puedo llamar así no?Te dejo mañana nos vemos,espéro esque alguien me espera.Adiós.

-Porsupuesto,me gusta suena bien..Gonza..¡El rey de los empresarios!¿Alguien en casa?Ah ya se. Claro tu novia.Adiós "my friend Eric"

-¡No es mi novia!Es solo una amiga que se hospeda en mi casa.Adiós.-salió por la puerta y cogió el ascensor-

Pasó por recepción y Diana, no estaba el suspiró pues no quería encontrarsela.Fue a la parada del aútobus y allí espero hasta que fuese las tres y media todavía quedaban cinco largos minutos,pues el tenía unas enormes ganas de ver a "su amada".El día se le había echo muy largo.