Estoy solo. Corrijo, todos estamos solos, desde que nacemos, hasta que morimos —yo dentro de poco—, totalmente solos. Vivimos engañados escuchando día a día risas vacías de amigos, familiares o conocidos; personas que nos abandonan.Seguí corriendo, escapando de todo y los encadenados me veían mientras detenían su miserable vida para ver a un rebelde, a un sabio, a un loco, a un frenético esquizofrénico correr porque el tiempo lo animaba y los miedos que perseguían su alma, alma rota.
Pero la suerte, envidiosa del humano coherente, se fue ante lo que yo vivía, dejándome en la garras de un destino cruel.
Los demonios encarnados, que se hacen llamar la justicia, empezaron una persecución no contra mí, sino contra mi voluntad.
—¡Déjenme tranquilo! No persigan a una mente demente. No volveré a las cadenas, lo ignorante, no...
Mi frase inconclusa, que se hubiese convertido en poema y en escudo mío, acabó con la perforación de mi cráneo, roto de lado a lado, por un tiro certero.
Que equivocado estaba, nunca estaba solo, los muertos ahora eran parte de mi y yo de ellos. Ingenuo, creí ser libre de las cadenas, pero no; "soy lo demás de lo demás."
—K.
* * *
Explicación de donde salió el homúnculo:
Este texto nació en burla y en busca del lado oscuro o morboso de la frase "somos lo demás de lo demás".
Aquella frase salió de nuestro "lindo y abierto de mente" profesor de religión a la que él le apoda "la clase de los valores". El valor que el profesor quiso mostrar a sus alumnos es el de que todas las personas somos iguales —origen de la mierdosa frase que te enreda un huevo—.
Yo con lo buena alumna que soy —ni yo me lo creo— hice esto para darle a entender que su forma de pensar está mal, y de paso echarme unas risas. Luego de unos amigos lo leyeran empezó un jaleo, pero es un cuento a parte.
Espero que les haya gustado la primera parte, ¡chau!
ESTÁS LEYENDO
Cuentos sueltos
Teen FictionPequeños cuentos que creamos en clase o cuando estamos muertos de aburridos.