Son las 2:00 a.m. y ella aún no llega. Sé que el set de fotografías de hoy es de noche, pero, esto ya es demasiado.
Estoy acostado en el sofá mirando pelis. 2:10 a.m. Apago la tele y miro al techo. Tener una novia con un trabajo así es difícil. Los lugares a los que tiene que viajar para las fotos la alejan de mi. Tampoco es culpa de ella el que no nos veamos tan seguido, también es mi culpa por tener que trabajar tanto. Mi empleo de diseñador hace que viaje mucho por pedidos de marcas famosas.
Hace tres semanas que no la veo. Yo acabo de llegar hace 9 horas de Canadá y se supone que iba a tener una cena con Hinata, pero lleva 4 horas retrazada. Ya la comida se enfrió y las velas se acabaron.
Estoy a punto de rendirme e irme a dormir. Volteo a un lado y veo que en la mesita de la sala hay una revista y la tomo para verla. Hinata está en la portada. Está en traje de baño posando tan tiernamente. Es tan hermosa. Me molesta que toda la gente pueda verla así. Que pueda verla casi desnuda, tan vulnerable, sólo yo puedo hacerlo. Lanzo la revista al suelo molesto. Llevo cinco años con ella y tardé un año en poder verla en ropa interior y la gente sólo tiene que comprar una revista y la puede ver en traje de baño. Me frustra. No me molesta el hecho de que los demás la vean semidesnuda, sino que, yo soy su novio, y cualquier novio se enfadaria si todo el mundo ve a su novia así.
-Te amo mucho, Hina- Susurro. Estoy muy triste por no poder verla tan seguido y molesto por no hacer nada para impedirlo. Escucho pasos y voces fuera de la puerta.
-Muchas gracias por traerme, Kiba- Viene con él otra vez.
-De nada, Hina, por ti lo que sea. ¿Segura que no quieres ir a mi casa a cenar?- ¿La está... la está ligando?
-Kiba, por favor, aléjate. Agradezco que me hayas traído pero, no quiero tener problemas con Naruto, si tan sólo él te escuchara...-
-¿Qué me hará?- Ya sacó boleto.
-Abro la puerta de golpe -¡Te Castro!- Veo que tiene a Hinata acorralada con ambos brazos a cada lado de su cabeza.- ¿Te alejas o lo hago yo?- Veo que Hinata mira a Kiba con miedo- ¡Qué te alejes de ella, imbécil!- Tomo a Kiba del hombro y lo lanzo al suelo del pasillo.
-¡Ten cuidado, idiota! ¡Te puede costar caro lastimarme o hacerme alguna marca!- En cuanto lo alejo Hinata se resguarda atrás de mi. Kiba se levanta sacudiéndose en traje y los vecinos del edificio se asoman por las puertas. -Métanse, aquí no ocurrió nada.- Comienza a caminar hacia el ascensor y cuando entra en él, voltea a verme y me sonríe de lado. Con eso bastó para que me hierva la sangre.
-Ese hijo de... -Doy un paso al frente para comenzar a perseguirlo, pero Hinata me toma del brazo.
-Ya, Naruto, no vale la pena. - Se me pone enfrente y me abraza del dorso. La miro y está a punto de llorar. Enserio está muy asustada. La rodeo con un brazo y abro la puerta con el otro.
-Todo está bien, vecinos. Perdón por tanto ruido. No volverá a suceder.-Me dirijo a todos los vecinos alertados por tal discución. Entro a la casa y Hinata arroja sus bolsas y se lanza hacia mi llorando.
-Te extrañé tanto- Pega su cara a mi pecho para que no la vea llorar.
-¿Por qué sigues trabajando con él?- Levanta su rostro aún con lágrimas.
-Porque es mi pareja de trabajo.-
-¿Y? Te acosa y eso debería ser motivo de un despido o de un traslado-
-Pero a los dos nos contrataron porque entramos juntos. Llevamos trabajando juntos 2 años. Lo conozco desde mi niñéz.-
-Pues con más razón deberías de saber que le gustas y que hace lo que sea por estar contigo y alejarte de mi.- Camino hacia el comedor moleto y comienzo a levantar los platos de la ''cena romántica''' que le había preparado.
