Jeringa

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Todo comenzó una mañana a las nueve menos cuarto de un martes
Hola,me llamo Iker pero todos me llaman "Chubi". Bueno, como decía, todo comenzó un aburrido día como cualquier otro, pero no fue así. Un señor con una chaqueta gris empezó a repartir cromos de los cracs de fútbol. Yo no cojí nada porque no me interesaban. Pero mi madre me cogió dos paquetes.

Llegó la hora de subir a clase de matemáticas. En cuanto entró Anna, mi profesora, nos dio una circular que era para vacunarse sobre una enfermedad rara. Era la autorización de los padres. En cuanto Alejandro lo vio, se puso muy nervioso y se puso rojo. Empezó a murmurar insultos a los que habían mandado ese circular. Al día siguiente a las nueve entramos todos en el colegio. Despue's de dar dos horas de ciencias naturales, llegó la hora de vacunarse.

Yo estaba muy nervioso, pero me vacune'. Daba fiebre y se te hinchaba el brazo, pero te sentías muy bien de haber pasado ese mal rato. Cuando todos estaban tumbados en la colchoneta con 37 de fiebre y el brazo como una lámpara, le llegó el turno a Alejandro que estaba chorreando de sudor.

Tenía los ojos llorosos, y apretaba los dientes con mucha fuerza. Cuando la aguja iba a hacer contacto con su piel sebosa, se levantó de un salto y dijo con un hilo de voz: - "Si me vacunáis a Dios pongo por testigo que os mato a todos"- nadie le creyó, como era de esperar.

Nos empezamos todos a reír sin parar. Al día siguiente no fue todo tan bien. Alejandro venía más cabreado que nunca, aguantando las carcajadas de todo el colegio. De repente, se puso rojo y le pegó un puñetazo al primer niño que se le cruzó. El que puso la vacuna un día anterior vino corriendo y dijo que el virus de la enfermedad de la vacuna que nos había puesto, estaba por allí, por la salle berrozpe. Cuando iba a clavarle a Alejandro la aguja se puso rojo y se fue corriendo. Pero el practicante no dejó que se escapara, con grandes zancadas se acercó y lo cogió. Lo ató a una chirristra y le puso una alambre para atarlo como bien atado.

Al meterle la jeringa empezó a hablar en un idioma extraño y le empezó a salir una cosa viscosa por la boca. Luego le salieron cortes por todo el cuerpo y murió. Desde entonces están pasando unos asesinatos muy raros. Casi todos los de mi clase se están muriendo. Incluso la profesora ha muerto. No se si será cosa de Alejandro o será cosa de la enfermedad. Porque da la casualidad de que algunos no se vacunaron porque sus padres no les firmaron la autorización. Pero hay una excepción... Que es muy especial... es... que... YO... Estoy Muerto...

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